El ministro de Interior y Transporte de  Argentina, Florencio Randazzo, sugirió este domingo la renacionalización de los ferrocarriles y advirtió que el gobierno de Cristina Kirchner retirará las  concesiones en casos de incumplimiento, según un reportaje que publica el diario Página12.

"No es imposible pensar en una renacionalización" de las líneas de  ferrocarril, dijo el ministro consultado sobre planes oficiales en ese sentido.

Randazzo advirtió que "las empresas (concesionarias) tienen que mejorar la gestión. (...) Actúan como mandantes del Estado y deben ser más eficientes".

"En la medida en que cumplan con la implementación de las decisiones  políticas que toma el gobierno no va a haber inconvenientes, pero no vamos a  tener ningún problema en rescindirles (el contrato) si es necesario", aseguró.

Kirchner creó el ministerio de Transporte y lo puso bajo la órbita de  Randazzo el año pasado luego del accidente ferroviario ocurrido el 22 de febrero  en la capital argentina cuando un tren suburbano de la línea Sarmiento repleto de pasajeros chocó contra el paragolpes de la terminal, causando la muerte de  51 personas y 700 heridos.

Por el accidente la justicia imputó a varios funcionarios, entre ellos dos exsecretarios de Transporte y empresarios de la concesionaria TBA, por entonces  a cargo del servicio, que el gobierno intervino tras la tragedia.

La justicia señaló "el progresivo deterioro de los trenes y, con ello, el  incremento de los riesgos", al tiempo que consideró que "el fatídico suceso no  es más que el producto de la indiferencia con que se comportaron todos aquellos  que intervinieron en la operación del servicio", incluyendo organismos  encargados del control.

Kirchner anunció el viernes el cambio de todos los vagones de las líneas  Sarmiento y Mitre (ambas suburbanas), en pésimas condiciones, por coches que  serán fabricados en China y estarán operativos a finales de 2014, en lo que se  anunció como la renovación más importante del sector en los últimos 50 años.

El sistema ferroviario argentino, nacionalizado por el expresidente Juan  Perón en 1948, sufrió un fuerte proceso de desguace y privatización durante los  años noventa, bajo el gobierno del expresidente Carlos Menem (1989-1999) que  redujo drásticamente los servicios al disponer el cierre de numerosos ramales  en todo el país.