Luego que se revelara la investigación del Instituto de Tecnología de la Fundación UADE de Argentina, que concluyó que los salmones chilenos comercializados en Buenos Aires cuentan con "alta presencia de antibióticos que podrían afectar la salud de quienes lo consumen", el gobierno chileno salió en su defensa y aclaró que si bien esto no constituye un peligro para la salud humana, se está trabajando en disminuir su uso.
El uso de antibióticos "sigue siendo la principal herramienta terapéutica para combatir las enfermedades bacterianas en cualquier sistema de producción animal, incluida la acuicultura", indican desde la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca). "Estamos conscientes de los riesgos que puede generar su uso inadecuado. Por esto, en Chile estamos trabajando en un plan de uso prudente de antimicrobianos en la acuicultura tal como lo han hecho Estados Unidos, Canadá, y la Unión Europea (UE) con sus planes nacionales de acción contra la resistencia bacteriana, promoviendo el uso prudente de antibióticos", agregan.
Mesa de trabajo
Esto a través de la creación de una mesa de trabajo con el gremio acuícola SalmonChile, que agrupa a las principales empresas salmoneras del país, para trabajar en reducir el uso de antibióticos en la industria salmonicultura nacional.
Según explicaron desde la entidad, una de las líneas de trabajo en el uso de este tipo de medicamentos en la que ya se encuentran trabajando, se refiere al lanzamiento, por parte del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), del "Manual de Buenas Prácticas en el uso de Antimicrobianos y Antiparasitarios en la Salmonicultura Chilena", documento publicado a fines del 2013.
"Actualmente la Subsecretaría está financiando un estudio a cargo del Instituto de Fomento Pesquero que sustentará las bases del monitoreo de la resistencia antibacteriana en nuestra acuicultura", explica Eugenio Zamorano, jefe de la división de Acuicultura de la Subpesca".