El Gobierno de Gran Bretaña confirmó que el explosivo hallado ayer en un avión de carga en el aeropuerto de East Midlands (centro de Inglaterra) procedente de Yemen y con destino a Estados Unidos "era viable y podría haber detonado" provocando el desplome del aparato aéreo.
La ministra de Interior británica, la conservadora Theresa May, afirmó que el dispositivo hallado por los servicios de seguridad del país "tenía viabilidad" para una eventual detonación.
May dijo además que por el momento no hay información ni evidencia que indiquen que otro ataque "es inminente" y subrayó que Gran Bretaña no planea modificar su nivel de alerta terrorista.
En tanto, la Policía de Dubai, capital de los Emiratos Árabes Unidos, aseguró que el paquete explosivo hallado en el avión de carga llevaba el sello de la red terrorista Al Qaeda.
Según un comunicado de la Policía de Dubai, el material explosivo estaba colocado en el cartucho de tinta de una impresora que tenía además un teléfono móvil conectado y oculto en el aparato.
Vuelos suspendidos
El Gobierno británico decidió suspender ayer los vuelos directos entre el Reino Unido y Yemen, pero los aeropuertos del país no se han visto afectados por esta situación y operan hoy con normalidad.
Esta medida se suma a la suspensión indefinida que está en vigor desde hace más de un año para la aerolínea Yemenia Airlines.
May manifestó ayer que la seguridad del país "sigue siendo la prioridad número uno" e informó de que el objeto encontrado en el avión tenía como destino Chicago, vía Filadelfia.
La BBC difundió una fotografía del objeto que provocó la alerta, un cartucho de tóner de impresora que aparece manchado con un polvo blanco y del que parecen salir algunos cables unidos a un dispositivo electrónico.
El cartucho fue localizado en el aeropuerto de East Midlands, que sirve a diario de punto intermedio a cientos de vuelos de carga que realizan transportes entre Asia y África y América.
El hallazgo motivó la evacuación del centro de distribución de carga del aeropuerto, que es utilizado por varias compañías, entre ellas UPS, DHL y el servicio británico de Correos, aunque esta medida de seguridad fue posteriormente levantada.