Ante la amenaza que representan los jóvenes que han viajado a Siria o Irak para unirse al grupo yihadista, Estado Islámico (EI), el gobierno británico decidió que era hora de tomar medidas. Así la ministra del interior, TheresaMay dio a conocer las nuevas disposiciones que están contenidas en un proyecto de ley denominado Seguridad y Anti-terrorismo que será presentado hoy en el Parlamento y cuyo objetivo es reforzar la seguridad de Reino Unido.
"Estamos en una lucha que tiene muchos frentes y muchas formas. Es una lucha que seguirá durante muchos años. Y la amenaza que afrontamos ahora mismo es tal vez mayor de lo que nunca lo ha sido. Debemos tener los poderes necesarios para defendernos", señaló la ministra en un discurso pronunciado en el centro de estudios Royal United Services Institute, en Londres.
Por ejemplo, según el proyecto, las universidades deberán demostrar que cuentan con medidas para impedir el ingreso a sus campus de radicales que fomenten el terrorismo. "Las organizaciones en cuestión tendrán que tener en consideración las guías emitidas por el Ministerio del Interior. Si las organizaciones fallan de manera consistente, se les podrá emitir directrices que serán acatadas por orden judiciales", señaló May.
Según el diario The Guardian, las universidades defendieron sus acciones respecto del combate del extremismo en los campus y pidieron un equilibrio entre la lucha contra el terrorismo y la necesidad de proteger la libertad de expresión. "El sector se ha comprometido extensamente con la agenda del gobierno de prevención y existe una fuerte asociación con la policía y los servicios de seguridad", dijo al diario el portavoz de la asociación Universidades UK, que representa a los vicerrectores.
Al mismo tiempo, May confirmó que en el proyecto se incluirá el plan para prohibir el retorno al país de los ciudadanos británicos que han participado en actividades terroristas en el extranjero, con el fin de detener la radicalización. En este sentido, las autoridades británicas han aumentado en los últimos meses el nivel de amenaza terrorista contra Reino Unido de "considerable" a "grave" a raíz de la preocupación por los numerosos casos de jóvenes británicos musulmanes que han viajado a Siria e Irak para sumarse a grupo Ejército Islámico (EI).
Añadió que se trata de unas propuestas cuidadosamente estudiadas y elaboradas en colaboración con las fuerzas del orden y los servicios secretos del Reino Unido.
Según explicó, la policía ha frustrado 40 ataques terroristas en los últimos diez años, entre ellos uno parecido al de los atentados de Bombay de 2008, otro para hacer estallar un avión, además de un intento de asesinato de un embajador (de un país que no especificó) y el planeado asesinato de miembros de las fuerzas armadas. En los últimos años, hubo 753 detenciones relacionadas con el terrorismo, de las que 212 fueron procesadas.
El proyecto de ley coincide con el anuncio del primer ministro británico, David Cameron, que destinará US$204 millones adicionales a los servicios secretos para mejorar la identificación de presuntos terroristas. El premier comunicó su decisión después de que la Comisión parlamentaria de seguridad e inteligencia presentó un informe sobre el asesinato en mayo de 2013 por dos islamistas del soldado británico Lee Rigby, en el que concluye que las agencias de seguridad carecieron de información y medios para prevenir el ataque.