El Ministerio de Justicia de Reino Unido está estudiando una nueva petición de Ronnie Biggs, conocido como el "ladrón del siglo" por el asalto al tren de Glasgow (Escocia), para salir de la cárcel, confirmó hoy el Servicio de Prisiones.
Biggs, de 79 años, fue trasladado hace dos días desde su celda en la prisión de Norwich (este de Inglaterra) al hospital universitario de Norfolk y Norwich, aquejado de una neumonía severa.
El recluso ya fue trasladado a ese hospital a finales del pasado junio por una fractura en la cadera y una infección pulmonar.
Tras ser atendido esta semana en el centro hospitalario, los abogados del conocido delincuente volvieron a solicitar su puesta en libertad dado su frágil estado de salud.
"Podemos confirmar que se ha recibido una solicitud para la pronta liberación de un preso de la cárcel de Norwich por motivos de compasión (...)", dijo un portavoz del Servicio de Prisiones.
Biggs sufrió un duro revés anímico este 1 de julio, cuando el ministro británico de Justicia, Jack Straw, le denegó la libertad porque "no se arrepiente de su delito".
Pese al precario estado de salud y la avanzada edad del preso, Straw decretó que siga en la cárcel, aunque la llamada Comisión de Libertad Condicional recomendó el pasado 25 de junio su puesta en libertad.
El propio preso, que casi no puede caminar ni hablar y recibe alimentación a través de una sonda, había solicitado la concesión de la libertad antes de cumplir 80 años el próximo 8 de agosto.
El "ladrón del siglo" tenía derecho a la libertad por haber cumplido un tercio de su condena de 30 años, si bien la decisión final estaba en manos del ministro británico de Justicia.
De haber sido puesto en libertad, sus allegados habían previsto llevarlo a un centro medico de Barnet (norte de Londres), cerca de donde vive su hijo, Michael.
Biggs ha sufrido varios ataques cardíacos, apoplejías y crisis epilépticas desde mayo de 2001, cuando decidió entregarse voluntariamente a la Justicia británica, tras huir en 1965 a Brasil.
El preso se hizo famoso por el denominado "robo del siglo", en el que él y 14 cómplices sustrajeron en agosto de 1963 unos US$ 4,2 millones del tren de Glasgow, la mayor suma robada hasta entonces en un único asalto.
Tras cumplir sólo 15 meses de los 30 años de cárcel de su condena, Biggs se fugó de la prisión de Wandsworth (suroeste de Londres) y acabó en Brasil después de pasar por varios países.