En una conferencia de prensa conjunta en Hurdal, a 80 kilómetros de Oslo, el jefe negociador del gobierno colombiano, Humberto de La Calle, ofreció y exigió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) "trato recíprocamente digno" durante las conversaciones de paz que iniciaron ambas partes hoy de manera formal en territorio noruego.
"En esta mesa deseamos y ofrecemos un trato recíprocamente digno", dijo de La Calle, quien afirmó que los contactos no buscan "convencer" al otro, ni "catequizarlo", pues se parte de las diferencias ideológicas, sino de llegar a un acuerdo de paz. "Hay una oportunidad. Pero las oportunidades se van", agregó el vocero oficial, al recordarle al grupo guerrillero que no resultaría beneficios para los diálogos la "dilación".
El vocero agregó que el "fin del conflicto" es tan sólo la antesala para la paz, agradeció a los países garantes y acompañantes, entre ellos Chile "Este es un momento de esperanza, no es una esperaza ingenua", pues "tenemos una dosis de optimismo, un optimismo moderado", concluyó. De igual forma De La Calle dijo que "queremos reconocer que las Farc han cumplido rigurosamente sus compromisos", en las fases previas de acercamiento.
FARC
Por su parte "Iván Márquez", vocero de la guerrilla dijo que no son "los guerreristas que han querido pintar los medios, venimos la mesa con propuestas y proyectos". Sin embargo, al hablar de la situación interna en Colombia dijo que, más de 30 millones de colombianos viven en la pobreza y 6 millones de campesinos están en las calles. Además, criticó el programa de tierras del gobierno de Santos. "Es una trampa", apuntó y lanzó críticas por el gasto militar colombiano. "No más subordinación a Washington", apuntó.
"Sinceramente queremos la paz, pero esto no significa el silencio de los fusiles sino que abarca la transformación de las estructuras del Estado, la paz no es la simple desmovilización".
Sin justicia social, la paz sería "sembrar de quimeras" el futuro de Colombia. "Una paz que no aborde la solución de los problemas políticos y sociales (...) equivaldría a sembrar de quimeras el suelo de Colombia", declaró Márquez.
De paso dijo que EEUU haría un gran aporte a la paz en Colombia, facilitando la participación de Simon Trinidad en la negociación. Márquez también agradeció el esfuerzo y la ayuda de Noruega, Cuba, Venezuela y Chile en el proceso de paz.
El gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla asumieron el compromiso de entablar este diálogo de paz el pasado 26 de agosto en La Habana, mediante el llamado "Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera".