A través de un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno condenó "enérgicamente el asesinato de los rehenes de nacionalidad japonesa a manos de elementos del denominado Estado Islámico los pasados 24 y 31 de enero".
Asimismo, hizo "llegar a las familias de las víctimas, al pueblo de Japón y a su Gobierno sus sentimientos de solidaridad ante tan repudiables actos".
"Chile condena la violencia política y el terrorismo, por lo que se une al sentir de una comunidad internacional profundamente choqueada por este nuevo crimen. El Gobierno adhiere a lo resuelto ayer por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas al pedir que los responsables sean juzgados y demandar la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes que mantiene el denominado Estado Islámico y otras organizaciones afiliadas a Al-Qaeda", concluyó el texto.