Tras la consulta simbólica sobre la independencia que Cataluña celebró el domingo pese al veto español, el gobierno de la región del noreste de España situó hoy en el frente internacional uno de los próximos objetivos.
El independentismo catalán movilizó el domingo a más de 2,2 millones de personas (un tercio de las llamadas a votar), que acudieron a votar en una consulta simbólica que había sido vetada por el Estado español.
Lo de menos era el resultado (más del 80 por ciento apoyó la independencia) porque estaba claro que la inmensa mayoría de los que acudieron a votar desafiando al gobierno de Mariano Rajoy iban a ser independentistas. La clave estaba en cuántos votaban, y la respuesta fue masiva.
"Hay una batalla por ganar, que es la batalla internacional, la de los Estados", manifestó hoy el portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs.
El Ejecutivo regional de Artur Mas pretende lograr apoyo internacional para presionar a Rajoy a negociar la celebración de un referéndum de verdad, legal y vinculante, como el que recientemente hubo en Escocia -y perdió el secesionismo-.
"Evidentemente, esto se puede ganar y se gana a base de tener determinadas actitudes, como la voluntad negociadora, el civismo y el diálogo", señaló Homs al respecto.
El apoyo internacional al independentismo catalán es hasta ahora escaso.
Por ejemplo, siempre que se ha preguntado a sus altos cargos, la Unión Europea (UE) ha insistido en que una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera del bloque, en el que tendría que tener un respaldo unánime de todos los socios -es decir, también el de España- para poder entrar.
Angela Merkel volvió a manifestar hoy a través de un portavoz que el tema catalán es un "asunto interno" de España, pero el vocero recordó también lo que la canciller alemana dijo en agosto, durante su última visita a España.
"Es un tema de política interna de España (pero) todo lo que dijo (Rajoy) tiene mucha lógica y me parece algo que se debería apoyar", dijo entonces la canciller.
A mediados de septiembre, el propio portavoz de Merkel, Steffen Seibert, insistió en que "el gobierno alemán y la canciller comparten la visión legal del gobierno español".
El primer ministro británico, David Cameron, que se enfrentó hace poco a la posibilidad de la secesión de Escocia, expresó hoy por su parte apoyo a la "unidad" de España.