En un desliz bochornoso, el gobierno del presidente Barack Obama reveló accidentalmente el nombre del principal agente clandestino de la CIA en Afganistán, en un correo electrónico a miles de periodistas durante la visita sorpresiva del presidente a la Base Aérea Bagram el fin de semana alargado por el Día de los Caídos en Guerra.
El nombre del funcionario identificado como "jefe de oficina" en Kabul fue incluido por personal de la embajada en la lista de 15 altos funcionarios estadounidenses que se reunieron con Obama durante la visita del sábado. La lista fue enviada a un reportero del diario The Washington Post que representaba a los medios de prensa, quien a continuación la envió a los periodistas acreditados por la Casa Blanca, una lista de casi 6.000 personas.
The Associated Press se abstiene de publicar el nombre del agente por pedido del gobierno, que dijo que su publicación pondría en peligro su vida y las de sus familiares. Una búsqueda en Google parece revelar el nombre del agente y otros detalles personales.
Funcionarios de la Casa Blanca cayeron en la cuenta del desliz cuando los advirtió el reportero del Post y enviaron una nueva lista sin el nombre del agente. Otros medios de prensa, incluido el Post, acordaron no difundir el nombre.
El reportero que distribuye el informe a la prensa lo envía a la Casa Blanca para verificación de la información y luego a los miles de periodistas en la lista de correos electrónico, de manera que en este caso la Casa Blanca no supo reconocer en al menos dos ocasiones que el nombre del agente de la CIA estaba siendo revelado y ampliamente difundido.
La revelación intencional del nombre de un agente "encubierto" es un delito bajo la Ley de Protección de Identidades de Inteligencia. Un ex agente de la CIA, John Kiriakou, fue condenado a 30 meses de prisión en enero tras declararse culpable de revelar el nombre de un agente clandestino.
En 2003, el nombre de la agente Valerie Plame fue revelado por funcionarios del gobierno de George W. Bush para desacreditar a su esposo, un ex embajador que había criticado la decisión de invadir Irak. Un asesor del vicepresidente Dick Cheney, Lewis "Scooter" Libby, fue condenado a 30 meses de prisión por perjurio y obstrucción de justicia, pero Bush conmutó la sentencia.