El Gobierno de EEUU preparó una revisión de los estándares de seguridad en las bases militares y las agencias federales a raíz del tiroteo del lunes en Washington, mientras el FBI sigue investigando los motivos de la masacre.
Un día después del tiroteo en unas instalaciones de la Marina, que acabó con la vida de trece personas incluido el supuesto autor, Aaron Alexis, las autoridades estadounidenses no han logrado determinar todas las claves del suceso, pero sí han comenzado a tomar medidas para evitar que se repita.
El presidente de EEUU, Barack Obama, encargó hoy una revisión de los estándares de seguridad que se aplican a contratistas y empleados de todas las agencias federales, informó a periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
La medida llega después de que varios medios informaran que el supuesto atacante consiguió un pase de seguridad para entrar a las instalaciones militares pese a haber sido expulsado de los reservistas de esa división y a tener en su historial varios incidentes relacionados con el uso de armas.
Por su parte, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, se prepara para ordenar una revisión de la seguridad en las bases militares estadounidenses en todo el mundo, según señaló un alto funcionario del Pentágono a varios medios estadounidenses.
Hagel asistió hoy a una ceremonia solemne en las instalaciones donde se produjo la tragedia, mientras las banderas seguían a media asta en los edificios federales y las autoridades identificaban a los doce civiles fallecidos durante el tiroteo, entre los que hay 3 mujeres y 9 hombres, con edades entre los 46 y 73 años de edad.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) sigue trabajando para determinar los motivos que llevaron a Alexis, de 34 años, a perpetrar el tiroteo, afirmó hoy la directora asistente interina de esa agencia, Valerie Parlave.
"Seguimos llevando a cabo entrevistas, y pedimos la colaboración de quienes hayan estado en contacto con Alexis para componer una secuencia de sus movimientos recientes y para determinar sus motivos", señaló Parlave en una conferencia de prensa.
Lo que sí ha podido saber el FBI es que Alexis entró a las instalaciones con su propio permiso de seguridad, previamente obtenido, y que portaba una escopeta, y no un rifle AR-15, como habían indicado algunos medios. Es posible que, una vez dentro del edificio, consiguiera además una pistola, explicó Parlave.