El gobierno de Alan García rechazó la posibilidad de que el miembros del grupo guerrillero Sendero Luminoso participen en la política peruana, como lo planteó el abogado del líder senderista Abimael Guzmán.
El abogado de Guzmán, Alfredo Crespo, dijo que la idea del cabecilla rebelde es que militantes, excarcelados o exculpados, de Sendero Luminoso puedan participar en los procesos electorales en el país.
La ministra de la Mujer, Nidia Vílchez, aseguró que el pueblo rechazará cualquier pretensión de Sendero Luminoso de incorporarse a la política. Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación, la guerra interna contra los grupos rebeldes provocó casi 70.000 muertes en Perú entre 1980 y 2000.
"Aquí necesitamos sumar esfuerzos para salir de la crisis internacional y disminuir los niveles de pobreza en el Perú, y no levantar el recuerdo del pasado terrorista en que murió tanta gente", declaró Vílchez.
El congresista oficialista Jorge del Castillo, ex jefe del gabinete, señaló que era inaceptable que Sendero Luminoso busque ser parte de la política nacional. "El Perú debe saber que quienes ahora quieren un espacio en la vida política peruana, los que quieren insertarse, mataron a miles y miles de peruanos, comenzando con los más pobres, con analfabetos, violaron mujeres y realizaron una serie de asesinatos sin remedio ni perdón", dijo del Castillo.
Sendero Luminoso, que asoló Perú con una ola de violencia terrorista entre 1980 y 1992, año en que fue capturado Guzmán, saltó a las primeras planas de los diarios el fin de semana luego de la difusión de un libro del cabecilla rebelde, escrito en prisión, por cuya publicación su abogado fue denunciado por el gobierno por apología del terrorismo.