El ministro adjunto de Deportes de Grecia  Stavros Kontonis dio un ultimátum a los clubes de su país,  añadiendo que el gobierno hará todo lo posible por erradicar la violencia de  los estadios de fútbol, aunque esto signifique que los equipos no disputen las competiciones europeas.

"No retrasaremos las medidas un solo minuto y no aceptaremos las amenazas. Si dejamos hacer a los equipos griegos, serán excluidos de los partidos en el  extranjero. Que lo sean poco importa", djo Kontonis durante una entrevista de  televisión.

Varios jugadores y clubes de primera división habían expresado su disconformidad después de la decisión del gobierno de suspender el miércoles  los partidos del campeonato de este fin de semana por los diferentes capítulos de violencia que se han sucedido.

"El cuadro legislativo que regula el fútbol griego hoy es frágil. No otorga  ningún medio al gobierno para intervernir. Si el gobierno no legisla, no puede  actuar", añadió Kontonis.

El gobierno de Grecia anunció el miércoles la suspensión de los partidos de  primera división de este fin de semana, mientras decide las medidas que toma  tras los incidentes sucedidos el pasado domingo en el duelo entre el Panathinaikos y Olympiakos. 

"En estas condiciones es impensable continuar las competiciones", declaró Kontonis el miércoles.

Será la tercera suspensión de la competición en la actual temporada. La  primera se decretó en septiembre, después de la muerte de un aficionado en la  isla de Creta durante un partido de tercera división.

En noviembre también se suspendió el fútbol tras una agresión a un árbitro que tuvo que ser hospitalizado.

La violencia continuó el martes, en una reunión de presidentes de clubes  griegos que tuvo que interrumpirse después de un altercado entre los máximos  mandatarios del Olympiakos, Vangelis Marinakis, y del Panathinaikos, Giannis  Alafouzos.