Hasta 200.000 personas podrían haber muerto en un terremoto que devastó Haití, dijeron el viernes autoridades de la empobrecida nación caribeña, donde tres cuartas partes de la capital deberán ser reconstruidas.
El hambre y la desesperación comenzaron a derivar en brotes de violencia, con pandillas asolando a las víctimas que esperan desesperadamente ayuda internacional.
"Ya hemos recogido alrededor de 50.000 cadáveres y anticipamos que habrán entre 100.000 y 200.000 muertos en total, aunque nunca sabremos la cifra exacta", dijo el ministro del Interior, Paul Antoine Bien-Aime.
Otro funcionario dijo más temprano que ya habían sido sepultados unos 40.000 cadáveres en fosas comunes.
Si las cifras se confirman, el terremoto de magnitud 7,0 que azotó a la empobrecida nación caribeña el martes sería uno de los 10 más letales de los que se tenga memoria en el mundo.
El Presidente haitiano Rene Preval, cuyo palacio fue uno de los miles de edificios demolidos, comparó la devastación con una guerra.
"El daño que he visto se puede comparar con el daño que se puede ver si el país hubiera sido bombardeado por 15 días. Se parece a una guerra", dijo Preval, de 66 años, en una entrevista afuera de la estación de policía donde está alojado y donde trabaja.
ACTOS DE VIOLENCIA
Tres días después del sismo, pandillas comenzaron a atacar a los sobrevivientes que viven en las calles en campamentos de toldos improvisados con sábanas y palos, entre escombros y cadáveres en descomposición. Réplicas del temblor continuaban sacudiendo Puerto Príncipe el viernes.
El secretario de Estado para la Seguridad Pública, Aramick Louis, dijo que Preval teme que la desesperación esté transformándose en violencia.
"Estamos enviando a nuestra policía a las áreas donde los bandidos están comenzando a operar. Algunas personas están robando. Eso está mal", dijo Louis.
Hubo algunos saqueos en el centro de Puerto Príncipe, donde un cadáver fue quemado y se oyeron disparos, según un testigo.
"La gente que está en los lugares de refugiados, una vez que no encuentra comida y asistencia, se enoja y se altera. Nuestro mensaje es que todos deben estar calmados", remarcó Louis.