Italia no está presionando al Banco Central Europeo (BCE) para que siga comprando bonos del gobierno en el mercado, dijo este domingo el ministro de Relaciones Exteriores Franco Frattini.
Frattini dijo que tanto el primer ministro Silvio Berlusconi como el ministro de Economía Giulio Tremonti habían estado en contacto cercano con instituciones financieras internacionales por el caos del mercado que ha golpeado a Italia.
"Pero el Banco Central Europeo es una institución independiente, así que no hay solicitudes, presiones" sobre la compra de bonos, dijo a periodistas en actividades suplementarias a una conferencia.
El sábado, Frattini dijo que confiaba en que el BCE seguiría comprando bonos italianos. El BCE comenzó la intervención el mes pasado para intentar mantener bajos los rendimientos e impedir que los costos de endeudamiento de Roma se salgan fuera de control.
Desde entonces, el organismo aumentó la presión sobre el gobierno para que cumpla con su promesa de aprobar medidas para equilibrar el presupuesto para el 2013. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, advirtió el sábado que era clave una rápida acción para recuperar la confianza del mercado.
El Parlamento italiano discute actualmente un paquete de medidas de austeridad por 45.500 millones de euros pero las divisiones internas en la coalición de centroderecha de Berlusconi han obstaculizado el proceso.
Frattini dijo que el plan será implementado en breve.
"El Gobierno italiano responderá al BCE con hechos, aprobando el presupuesto rápidamente", afirmó Frattini el domingo.
El ministro explicó que el Senado aprobará el paquete adicional para fines de la próxima semana y que luego lo hará la Cámara de Diputados.
El gobierno tiene un plazo de 60 días para ratificar el decreto de las medidas de austeridad.