Estados Unidos, a través de la secretaria de Estado, Hillary Clinton rechazó hoy la acusación de Rusia de que está armando a los rebeldes en Siria e insistió que Moscú está enviando helicópteros militares a Damasco, después de que el ministerio ruso de Exteriores negara ese argumento.

"Estados Unidos no ha proporcionado ningún tipo de apoyo militar a la oposición siria. Ninguno", sentenció Clinton, en una conferencia de prensa posterior a su encuentro con su homólogo indio, S.M. Krishna.

El titular de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, hizo hoy esa acusación en respuesta a otra formulada por Clinton ayer, cuando aseguró que hay helicópteros militares "en camino" de Rusia a Siria.

Pese a que Lavrov negó hoy ese extremo y aseguró que Moscú sólo ha enviado "sistemas de defensa antiaérea" como parte de contratos firmados hace tiempo, la jefa de la diplomacia mantuvo su acusación, al señalar que sus comentarios del martes fueron "muy claros".

"Obviamente, sabemos, porque ellos nos lo confirman, que siguen enviando armas al régimen sirio", subrayó Clinton, quien instó a Rusia a colaborar con Estados Unidos en la búsqueda de una "vía a la transición política" para una Siria que está "degenerando hacia una guerra civil".

El vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, negó también la acusación de Lavrov, al asegurar que EEUU "no proporciona ni ha proporcionado armas a la oposición siria", en su conferencia de prensa diaria.

Según Clinton, el único apoyo estadounidense han sido 52 millones de dólares en ayuda humanitaria y médica y un paquete de asistencia no letal, "que incluye equipos de comunicaciones".

La vocera de Clinton, Victoria Nuland, no quiso dar más detalles sobre los helicópteros rusos, y se limitó a señalar que el Departamento de Estado "mantiene esa afirmación".

Nuland añadió que "los helicópteros rusos y de fabricación soviética son la base de la flota aérea siria, y estamos viendo cómo usan esos helicópteros en toda Siria contra civiles".

"Estamos viendo trípodes de armas en esos helicópteros que disparan a poblaciones en Homs, en Hama, en Latakia, en Idlib. Y hemos comprobado que los rusos han vuelto a proveer armas que vendieron a los sirios al menos hasta enero", agregó la portavoz en su conferencia de prensa diaria.

La tensión por las mutuas acusaciones entre Clinton y Lavrov ha complicado el intento de EEUU de acercarse a Rusia para resolver la ecuación en Siria, donde considera crucial la influencia rusa para convencer al presidente sirio, Bashar Assad, de que ceda el poder a su vicepresidente.

"Más que mantener un debate a distancia con mi colega, urjo a que sigamos el liderazgo de (el enviado especial de la ONU y la Liga Arabe, Kofi) Annan y nos reunamos para implementar los pilares de su plan, sobre todo el marco de una transición política", señaló Clinton.

"Rusia dice que no tiene ninguna pasión particular por Asad y asegura tener un interés vital en la región. Están arriesgando todo eso si siguen apoyando militarmente al régimen", añadió.