El gobierno brasileño de Dilma Rousseff, garantizó a los productores rurales de su país radicados en Paraguay, los "brasiguayos", que el gobierno no adoptará medidas que afecten sus intereses pese a la suspensión de Asunción del Mercosur, publicó hoy la prensa local.
La jefa de gabinete presidencial, ministra Gleisi Hoffmann, comunicó al senador brasileño Sergio Souza que "el gobierno no va a liderar ninguna acción que cause prejuicios económicos a los brasileños en Paraguay", dijo el parlamentario, vinculado a la comunidad "brasiguaya" a Folha de Sao Paulo.
La ministra Hoffmann y el senador Souza son nativos del estado de Paraná, fronterizo con Paraguay, y en el cual hay una fuerte influencia de los brasileños afincados en el país vecino.
Precisamente la mayoría de los cerca de 350.000 "brasiguayos" radicados en Paraguay, parte de los cuales son importantes agricultores, expresaron su respaldo al gobierno del nuevo presidente Federico Franco, que llegó al poder tras el "impeachment" que derribó a su predecesor Fernando Lugo.
Si bien ningún funcionario de la Presidencia recibió formalmente al grupo de brasiguayos" que visitó Brasil tras la destitución de Lugo, la delegación tomó nota del mensaje enviado por Rousseff y mantuvo reuniones con la bancada de legisladores "ruralistas", que es influyente en el Congreso de Brasilia.
Los "ruralistas" brasileños expresaron su preocupación ante las eventuales sanciones económicas del Mercosur contra el nuevo gobierno asunceño y consideraron que éstas pueden afectar la exportación de maquinaria agrícola, consignó Folha.