El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, garantizó el servicio de metro en la mayor ciudad de Brasil el 12 de junio, día de la apertura del Mundial de fútbol en la capital paulista, mientras hoy el servicio funcionó de maneral normal.

Al ser cuestionado sobre un posible alternativa en caso de que los trabajadores de metro de Sao Paulo decidan retomar la paralización, Alckmin se limitó a señalar que "habrá metro y tren" el próximo jueves para llegar al estadio inaugural Arena Corinthians, donde se enfrentarán Brasil y Croacia.

"La paralización sería un enorme oportunismo", dijo.

El gobernador señaló que "no tiene sentido" que los empleados del metro, quienes ayer decidieron suspender la huelga hasta el miércoles, continúen la paralización cuando hay una decisión judicial que la considera ilegal por "abusiva".

"Espero que no haya un grupo queriendo hacer el desastre por el desastre, el caos por el caos", comentó tras participar en Sao Paulo en un fórum organizado por el Bando Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno regional.

Sobre el despido de 42 trabajadores del metro, Alckmin comentó que no fueron destituidos por participar en la huelga, sino por "invadir la estación, depredación y vandalismo". 

"Volviendo al trabajo no habrá más dimisiones. El Gobierno tiene que garantizar (el transporte) a 5 millones de personas que quieren trabajar", añadió.

El sindicato que representa a los trabajadores de metro de Sao Paulo decidió el lunes en asamblea suspender la huelga hasta la víspera del Mundial, momento en el que será realizada una nueva reunión para decidir el rumbo a tomar en los próximos días.

A pesar de que huelga fue iniciada el pasado jueves en demanda de un aumento salarial del 12,2 %, frente al 8,7 % ofrecido por el Metro de Sao Paulo, gestionado por el gobierno regional, los trabajadores centran ahora su reivindicación en que los trabajadores despedidos sean readmitidos.