El gobierno uruguayo envió al parlamento en la noche del miércoles un proyecto de ley que pretende legalizar y asumir el control de la producción y venta de la marihuana, con el fin de reducir los riesgos a los que están expuestos los consumidores.
El proyecto, formado por un único artículo, señala que "el Estado asumirá el control y la regulación de las actividades de importación, producción, adquisición a cualquier título, almacenamiento, comercialización, y distribución de marihuana o sus derivados".
La norma prevé que sea el Estado quien realice "toda otra actividad material que resulte necesaria, previa, concomitante o posterior" al mercado de cannabis, según el proyecto publicado por la Secretaría de Comunicación de la presidencia uruguaya.
Este proyecto no modifica la vigente prohibición del comercio de marihuana entre particulares, y el gobierno asegura que se desarrollará en "el marco de una política de reducción de daños" que "alerte" a los ciudadanos sobre los efectos nocivos del consumo de la droga.
La decisión del gobierno uruguayo tiene entre sus objetivos "la separación del mercado de la marihuana del mercado de las otras drogas", toxicológicamente más riesgosas, y la "inclusión social plena" de su uso.
Además, a través de este proyecto se busca "desarrollar un combate frontal al narcotráfico", negocio que según estimaciones tomadas por el proyecto movilizan entre 30 y 40 millones de dólares anuales y que implican "una fuente de corrupción y violencia" social.
El polémico plan no tiene garantizado el respaldo legislativo, ya que algunos legisladores oficialistas -mayoría en el Parlamento- se han manifestado contrarios a la iniciativa.
La decisión del gobierno, liderado por José Mujica, de reglamentar una "legalización controlada" de la marihuana fue expuesta por primera vez el 20 de junio en el marco de 15 medidas para combatir el aumento de la violencia.
Actualmente, el consumo y la tenencia para uso personal de marihuana no están penalizados en Uruguay, aunque sí la comercialización.