Sus restos serán despedidos mañana martes. Desde la sala de Sidarte, donde se realiza su velorio, el féretro con el cuerpo de Juan Radrigán será conducido a la sala del Teatro Nacional Chileno, en Morandé 25, para recibir el homenaje del mundo teatral, a las 10.00 horas.
Allí, sobre el escenario del Teatro Nacional, donde estrenó Fantasmas borrachos y Hechos consumados a fines de los 90, los personajes del dramaturgo fallecido este domingo a los 79 años volverán a vivir en la voz de amigos y destacados actores. Luego del homenaje, el cortejo fúnebre pasará por el Cementerio General para recibir la despedida de las floristas de la Pérgola de las Flores y continuar hacia el cementerio El Manantial, de Maipú, donde se realizará el funeral.
Será un día de Duelo oficial, como anunció hoy el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, en el velorio del autor Amores de cantina. Radrigán, quien falleció por las complicaciones derivadas de un cáncer, "era un hombre profundamente conectado con el pueblo chileno y su sabiduría", dijo Ottone y anunció que la actual Muestra de Dramaturgia estará dedicada al dramaturgo, quien participó en ella varias veces. Allí mostró por primera vez el texto de El príncipe desolado, el que se estrenaría como montaje integral el año pasado en Matucana 100, con Francisco Melo y Daniel Alcaíno, dirigido por Antonio Quintana.
Nacido en Antofagasta en 1937, hijo de un mecánico y una maestra, Radrigán fue un autor autodidacta y en su teatro le dio voz y dignidad a los más desposeídos. "El mejor dramaturgo que ha tenido Chile y que acaba de partir, escribió siempre desde un lugar que conocía de sobra", comentó la escritora Alejandra Costamagna en La Tercera. "Había sido mecánico de telares, desabollador, vendedor de chocolates, pintor de brocha gorda, albañil, cuidador de una salitrera, cargador de la Vega, carpintero y librero. Escribía con el oído afinado, atentísimo al habla popular, sobre temas como la exclusión, el abandono, la sensación de estar a la deriva, el miedo, la indefensión ante la injusticia del orden social o la búsqueda de un hilo de dignidad que permitiera a los seres humanos afirmar su existencia".