El gobierno defendió hoy la aplicación contra activistas mapuche de la Ley Antiterrorista criticada por Naciones Unidas, al tiempo que bajó el perfil a las agresiones sufridas por niños en operativos policiales.

"Los niños se ahogaron, pero no pasó más que eso", dijo el ministro para Asuntos Indígenas José Antonio Viera-Gallo, en alusión al lanzamiento de bombas lacrimógenas de parte de la policía en una escuela rural mapuche, días atrás.

El Ministro, quien ha recorrido la zona dialogando con las comunidades mapuches en el sur del país, además indicó que hasta ahora no hay mayores denuncias de abusos contra menores, como indicaron diversos "lonkos" (jefes) y "werken" (voceros) mapuches.

No obstante, Viera-Gallo señaló que sería útil que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) capacitara a los comandos antimotines de la policía en el trato que debe dar a los niños durante operaciones represivas.

El ministro además reconoció que el conflicto con la etnia mapuche, por autonomía y territorio, enfrenta diversas visiones del tema, incluso en el interior de las 2.200 comunidades que existen.

La autoridad, quien reconoció conversaciones con algunas de las comunidades movilizadas, como la autónoma de Temucuicui, señaló que el gobierno sólo espera dejar encaminado el tema, debido a que la presidenta Michelle Bachelet deja el poder en marzo.

Al respecto, opinó que la solución de largo plazo "es la convivencia", descartando la posibilidad de entregar autonomía al estilo vasco a las comunidades mapuches, como plantean algunos grupos de esa etnia, como la Comunidad Arauco Malleco.

Sobre lo mismo, Viera-Gallo admitió que existen contactos entre algunos grupos mapuches, que calificó de minoritarios, y organizaciones independentistas vascas, pero señaló que no hay evidencia de lazos con ETA o las FARC.