"No cabe sino asumir la escasez de recursos hídricos como una realidad para quedarse y que compromete el desarrollo de importantes zonas en nuestro país", señaló la Presidenta Michelle Bachelet en marzo de 2015, cuando anunció el plan nacional de aguas, que entre otras inversiones proyectaba la construcción de 19 grandes embalses hacia 2024, además de otros 15 pequeños diques nuevos. De este total, el Ejecutivo priorizó avanzar con ocho.

A la fecha y según información proporcionada vía transparencia, por la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), solo tres de los grandes embalses quedarán con ejecución de sus obras, el más avanzado es Valle Hermoso, ubicado en la cuenca del Limarí, Región de Coquimbo, que inició su edificación en diciembre del año pasado y se espera esté operativo en 2019. A este le siguen La Punilla, en Ñuble, Región del Biobío, y finalmente Chironta, en la cuenca Lluta, Región de Arica y Parinacota (ver infografía). Esto se traduce en que a la fecha de término de la administración no habrá ningún embalse de estos nuevos culminado.

En la presentación del presupuesto del MOP en la Quinta Subcomisión Mixta, el ministro Alberto Undurraga explicó que "el promedio de otros gobiernos es de 1,5 embalses que dejaron en construcción y nosotros estamos dejando tres, es decir, el doble. Además, estamos avanzando en los estudios de otros cinco". En esa línea, reiteró que en enero de 2017 se definirán cuáles de esos cinco se construirán vía concesión.

En cuanto al anuncio de 15 pequeños diques de agua, solo el de Empedrado está en construcción. Sin embargo, el director nacional de la DOH, Reinaldo Fuentealba, aseguró que también se están "realizando 10 obras de mejoramiento en embalses que necesitan reparaciones en las diferentes partes de sus obras para la entrega del riego. Estas, a la fecha, tienen sus trabajos en ejecución o terminados, lo que beneficiará a más de 2.400 pequeños agricultores".

Fernando Santibáñez, experto del Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la U. de Chile, apuntó a la necesidad de tener una política a largo plazo y que los proyectos vayan "acompañados de un programa de transferencia de tecnología, pues requieren de la adopción de métodos de riego de alta eficiencia (goteo, microaspersión, invernaderos)".

La secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Riego (CNR), María Loreto Mery, aseguró que "la cultura de riego es escasa, tenemos solo el 50% del riego tecnificado en el país (…). En el norte, donde nos vimos tan complicados por la falta de lluvia, solucionamos la escasez con la tecnificación y se siguió invirtiendo en infraestructura. Hoy tenemos embalses que nos van a asegurar entre dos o tres temporadas de riego".

Otro anuncio realizado por el ministro en la discusión presupuestaria fue la elaboración de estudios para edificar microembalses en la Región de Magallanes, esto considerando los episodios de sequía que se están extendiendo hacia el sur y los efectos del cambio climático. El último informe sobre el escenario hídrico del país, que elabora la Dirección General de Aguas del MOP, reveló que los embalses entre El Maule y Biobío acumularon un 50% menos que el promedio histórico.

Mery adelantó que están en etapa de prefactibilidad. El primero, dijo, "se espera que sea multipropósito, es decir, que pueda beneficiar a agricultores y también entregue agua potable rural a algunos sectores de Porvenir; el otro es Agua Blanca (Los Penitentes) y está pensado para riego, específicamente para mejorar el rendimiento de la pradera, dada la escasez del recurso por el cambio climático".

Añadió que la CNR extendió su trabajo desde Los Ríos a Magallanes, y se desarrollan planes de riego para Aysén y Magallanes, para identificar las necesidades y definir la cartera de inversión en infraestructura.