El gobierno de Estados Unidos negó haber presionado a las familias de los periodistas James Foley y Steven Sotloff, ejecutados por islamistas radicales, tras afirmar sus familiares que las autoridades les habían advertido de las consecuencias penales.
Miembros de ambas familias declararon a medios locales que el Consejo de Seguridad estadounidense les advirtió de las consecuencias penales que tenía el pago de un rescate a los secuestradores de la milicia yihadista.
A diferencia de lo que ocurre en algunos países europeos, Estados Unidos se niega categóricamente a pagar un rescate por sus ciudadanos secuestrados.
"No intimidamos a nadie, tan sólo le explicamos lo dice la ley", dijo hoy Denis McDonough, jefe de gabinete del presidente estadounidense Barack Obama. "Es nuestra responsabilidad explicar la ley y respetarla", agregó en una entrevista con el canal Fox News. Como padre entiendo a los familiares en "estos difíciles momentos", agregó.
En las últimas cuatro semanas EI ha publicado los videos con la ejecución de los periodistas Sotloff y Foley, secuestrados desde 2013.
Los extremistas al parecer pidieron 100 millones de euros de rescate por Foley. Se desconoce si también se pidió un rescate por Sotloff.