El gobierno de Chile volvió a emitir deuda ayer por cerca de US$ 2.300 millones, con la reapertura de un bono en euros por 700 millones (US$ 757 millones) a una tasa de 50 puntos base sobre el mid swap en euros con vencimiento al 2030. Al mismo tiempo puso otros US$ 1.243 millones a 30 años plazo con un retorno de 3,869%. Además, intercambió bonos en dólares, recomprando deuda emitida en años anteriores por US$ 290 millones.
Para el caso de los bonos en moneda europea, el libro de órdenes dobló la oferta, y la tasa de 50 puntos base sobre el mid swap (tasa de referencia para bonos de largo plazo en euros) fue más favorable que lo obtenido en 2016, cuando se colocó a 110 puntos base.
En tanto, el bono en dólares americanos implicó un spread de 100 puntos base sobre la tasa del Tesoro de EE.UU., mejor que los 130 puntos base que se obtuvo en la emisión de 2016. La demanda representó 5,5 veces la cantidad ofrecida.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, dijo que pese a las condiciones de bajo crecimiento de la economía, los spread de Chile se ubican en niveles muy favorables."Esto indica que se mantiene una percepción positiva de los inversionistas internacionales externos sobre la fortaleza institucional y económica de Chile. Es más, las colocaciones de bonos son una demostración explícita de confianza en el futuro económico de Chile", dijo.
Los agentes colocadores fueron Citibank, Goldman Sachs, HSBC y JPMorgan, mientras que los asesores legales fueron Cleary, Gottlieb, Steen y Hamilton, y Morales y Besa.