Sin conocer todavía las declaraciones que, a la misma hora, Michelle Bachelet daba en el marco de su primera actividad pública en Chile -la presentación de un informe sobre Protección Social en la sede de la OIT-, los representantes de la Alianza y ministros que conforman el comité político de La Moneda sellaban, a eso del mediodía de ayer, un acuerdo para enfrentar la reaparición de la secretaria general de ONU Mujeres en la contingencia.

Con la idea de que la visita al país que la ex mandataria inició el sábado (para pasar las fiestas de fin de año) obligaría a su pronunciamiento sobre temas propios de la agenda política local, en la reunión de coordinación de los lunes en La Moneda, según fuentes oficialistas, se había definido como prioritario "responder a cualquier cuestionamiento que esbozara contra el gobierno".

¿El motivo?: evitar replicar la experiencia de agosto de 2010, cuando La Moneda asumió una débil respuesta ante las críticas que hizo Bachelet al Presidente Sebastián Piñera, tras reunirse con él en La Moneda.

En esa ocasión, y tras una cita de más de tres horas que fue calificada como "amena" por el entorno del Mandatario, la ex presidenta salió cuestionando al gobierno por el despido de funcionarios públicos y el manejo de la encuesta Casen, entre otras varias críticas que irritaron al Ejecutivo.

En el oficialismo señalan que, luego de revisar algunas encuestas internas, y como una forma de contrarrestar los niveles de intención de voto que genera su figura, el bloque ha resuelto salir a enfrentar a la ex mandataria, tal como en su minuto hiciera -a través de las ofensiva de algunos parlamentarios- con el ex Presidente Ricardo Lagos, quien había dejado el gobierno con altos índices de popularidad.

Ayer, minutos después de abandonar el comité político, el vocero Andrés Chadwick fue informado por sus asesores de las declaraciones de Bachelet, en las que por primera vez abordó el escenario de una eventual candidatura presidencial, y se refirió al escenario de movilizaciones sociales generado tanto en Chile como en otros lugares del mundo.

Aunque la ex presidenta, a diferencia del año pasado, había evitado criticar al gobierno, Chadwick decidió salir a emplazarla directamente y pidió su pronunciamiento en materias que han golpeado al Ejecutivo este año, como el conflicto estudiantil, acusando un "silencio" de la ex mandataria.

Apelando a la manifestación de unos 10 jóvenes y pobladores que temprano protestaron contra Bachelet en la sede de la OIT, el vocero aseguró que "hay un tema pendiente sobre la educación en que ella no se ha pronunciado, hay otros temas que dicen relación con su gobierno pasado que también han quedado pendientes. Me imagino que, aprovechando que ella está en Chile, distintos sectores y personas querrán plantearle sus posiciones o manifestarle sus puntos de vista".

A reglón seguido, el portavoz agregó que la manifestación contra Bachelet pudo haber obedecido a la idea de "darle a conocer a la ex Presidenta Bachelet algunos silencios debido a su ausencia del país en algunas materias", y aseguró que el gobierno tuvo que asumir el conflicto estudiantil y el reclamo de la ciudadanía "porque en el pasado no se hizo todo lo que se tenía que hacer, no se hizo a tiempo".

La respuesta de Chadwick estuvo acompañada por la distancia que tomó el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, respecto de las políticas sociales de Bachelet. Ello, luego de participar como único miembro del gabinete en la presentación de la OIT.

"Sin traje de candidata"

Lejos de la tensión que más tarde abriría su presencia en Chile con el gobierno, Bachelet llegó pasada las 8 de la mañana a la OIT para presentar el informe "Piso de Protección Social para una globalización equitativa e inclusiva".

Su aparición era seguida con expectación por la Concertación -que se sumó a través de sus principales líderes al encuentro-, donde Bachelet es vista como la principal figura para asumir la candidatura presidencial del conglomerado, debido a sus altos índices de aprobación.

Consciente de la expectación que su presencia en el país genera con miras a la carrera presidencial, la ex presidenta decidió enfrentar por primera vez de manera directa el tema, asegurando que su eventual repostulación no está todavía en la agenda.

"Quién vaya a ser candidato después, la verdad es que no debiera importar tanto, sino lo que se pretende hacer. Yo no ando con traje de candidata, no ando aquí de candidata", dijo, riéndose ante las insistentes preguntas sobre una posible repostulación, lo que, en todo caso, no descartó.

Relajada y de buen humor, aseguró luego, en relación con las protestas y el conflicto estudiantil, que "cada gobierno hace lo que le corresponde y lo que puede". "Hoy hay una nueva etapa política en que se ha generado un movimiento, una demanda de la sociedad (…) dado que están dadas las condiciones, entonces es el momento de hacerse cargo", dijo.

Las palabras de la ex presidenta fueron seguidas con atención por los timoneles de la Concertación -a excepción del PR José Antonio Gómez- y sus asesores más cercanos, que habían llegado temprano a la sede de la OIT para acompañarla en su primera actividad pública en Chile.

Piñera y antecesores

La próxima semana, según se informó ayer en La Moneda, se concretaría el encuentro entre el Presidente Sebastián Piñera y los ex mandatarios Ricardo Lagos y Patricio Aylwin. La reunión corresponde a una invitación efectuada por el Mandatario la semana pasada a sus antecesores, con el objetivo de discutir la agenda de reformas políticas que está impulsando el gobierno. En ese marco, Piñera ha dicho estar abierto a "recibir aportes en un proyecto de ley que nos permita mejorar nuestro sistema electoral".