El Gobierno español regularizó la situación en el país de Franns Melgar Vargas, el ciudadano boliviano que perdió un brazo en un accidente laboral cuando estaba trabajando en situación ilegal en una panificadora.
El anuncio lo hizo hoy la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, en la conferencia de prensa que ofreció tras la habitual reunión de los viernes del Consejo de Ministros.
Fernández de la Vega señaló que su Gobierno ha regularizado al trabajador boliviano "por razones extraordinarias".
El pasado 28 de mayo, Franns, de 33 años, sufrió la amputación de su brazo izquierdo cuando estaba trabajando en una panificadora ubicada en la localidad de Real de Gandia, en la mediterránea provincia de Valencia.
Su jefe le llevó al hospital, pero le dejó a 200 metros del centro y le pidió que no dijera nada sobre su situación laboral, tras lo cual volvió a la empresa y tiró el brazo a un contenedor de basura, lo que impidió la reimplantación del miembro a Franns.
La panificadora donde trabajaba Franns Melgar Vargas fue paralizada por la Inspección de Trabajo al día siguiente del accidente, puesto que las instalaciones técnicas estaban en "estado deficiente, sobre todo las eléctricas", según declaró hace unos días el consejero regional de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps.
El ciudadano boliviano estaba empleado en la empresa en situación ilegal, trabajaba doce horas al día y cobraba 700 euros mensuales (unos 980 dólares), según sus declaraciones.
La empresa panificadora tenía tres trabajadores más en una situación laboral ilegal, según confirmó hoy el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ricardo Peralta.
Por otra parte, un juzgado de Valencia citó como imputados a los dos hermanos responsables de la panificadora y les tomará declaración sobre los hechos en una fecha aún por determinar.