El jefe del gobierno español, el conservador Mariano Rajoy, anunció este martes su decisión de retirar la  controvertida reforma de la ley del aborto, criticada a izquierda y derecha por prohibir la interrupción del embarazo incluso en caso de malformación del feto.

"En este momento, yo, como presidente del gobierno, creo que he tomado una  decisión que es la más sensata", afirmó a los periodistas, subrayando la falta  de consenso. "Lo que no podemos tener es una ley que cuando llegue otro  gobierno la cambie al medio minuto", agregó.

El ejecutivo de Rajoy había aprobado en diciembre un anteproyecto para reemplazar la ley de 2010, aprobada bajo el anterior gobierno socialista, que  actualmente autoriza el aborto en España hasta las 14 semanas de gestación y, en caso de malformación del feto, hasta las 22 semanas.

Dicho proyecto de reforma sólo permitía la interrupción del embarazo en dos  casos: cuando dos médicos distintos certificasen la existencia de un peligro  para la vida o la salud física o psíquica de la madre, o en caso de violación  siempre que hubiese una denuncia previa ante la policía. 

No lo permitía, sin embargo, en caso de malformación del feto, lo que llevó  a varias figuras del gubernamental Partido Popular a sumar sus críticas a las  expresadas por la oposición de izquierda y las feministas.

"Nadie puede negar a nadie su derecho a ser madre ni tampoco nadie puede  obligar a nadie a serlo", había afirmado en diciembre uno de los barones del  partido, José Antonio Monago, presidente de la región de Extremadura, en el  oeste del país, quien pidió la suspensión de la reforma.

El jefe del gobierno precisó sin embargo que contempla modificar algunos  polémicos aspectos de la ley de 2010, como el hecho que las jóvenes de 16 o 17  años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres.