LA legislación chilena contempla, a lo menos, 15 días feriados al año, entre los que hay nueve de tipo religioso. Por normas especiales, además, pueden sumarse días extras como, por ejemplo, ocurrirá este año con la celebración de Fiestas Patrias, en que el calendario agregó como festivo el lunes 17 de septiembre. Pero la lista no termina ahí. También existen  permisos especiales que otorga el Código Laboral, por fallecimiento de padre o madre (3 días), hijo o cónyuge (7 días) o enfermedad de un hijo (10 días). Y el nuevo posnatal de 225 días, establecido el año pasado.

Los días libres, sin embargo, todavía podrían aumentar en un mes o más. Actualmente, en el Congreso se tramitan 10 proyectos de ley que apuntan en esa dirección y que cuentan con apoyo político transversal (ver infografía). El efecto que eso podría tener sobre el mercado laboral preocupa al Ministerio del Trabajo, donde hace un mes comenzaron a analizar diversos modelos para reordenar el conjunto de leyes especiales vigentes que otorgan feriados y condensarlas en una suerte de Bolsa de Feriados.

"La idea es que hubiera una bolsa de feriados y que, si sobrepasas un cierto número al año, que los eventos que vengan ya no se puedan tomar o haya que encontrar otra opción", cuenta a La Tercera la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei. "No puedo decir cuál es la cantidad adecuada de feriados, porque lo estamos conversando, al igual que el plazo. Esperamos que esto se pueda concretar en un proyecto de ley. Vamos a ver si se puede", agrega Matthei.

Los preparativos para un proyecto están recién en fase de estudio y no hay un diseño definitivo, pero asesores de la cartera explican que una de las opciones que aparece como viable es promover una Bolsa de Feriados -que excluya los cinco feriados irrenunciables para los trabajodres del comercio- cuya administración sea acordada de manera conjunta entre las empresas y los sindicatos (cuando existe e idealmente en el proceso de negociación colectiva). Pero como en Chile más del 80% de los trabajadores no está sindicalizado, plantean que el modelo también debería considerar la opción de que la administración de los feriados se acuerde en forma directa entre el empleador y el trabajador si no hay sindicato, previo informe a la Dirección del Trabajo. En el staff de Matthei están "evaluando el marco regulatorio" y el derecho extranjero en la materia, con miras a diseñar una propuesta legal que llevar al Congreso.

Los proyectos en juego

Las iniciativas que están en el Parlamento son casi en su totalidad mociones acordadas por diputados de todo el espectro político, aunque la mayor parte tiene tutela de parlamentarios de la oposición. Varios de los proyectos han surgido al alero de la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja.

Algunas han avanzado en el Congreso y otras están trabadas, explican en el Ejecutivo. Pero conforme se acerque la carrera presidencial y parlamentaria 2014, estiman que más de alguna logrará pasar rápido para convertirse en ley.

"Hay muchas iniciativas parlamentarias que otorgan días libres. Un día por cumpleaños, cinco por matrimonio, seis para trámites, 12 para quienes sean dirigentes vecinales, además de los que ya existen... Estamos frente a una cantidad de proyectos de ley que son preocupantes, porque de prosperar todos, llegaríamos a tener 30 días libres más al año, además de las vacaciones", dice Matthei.

La ministra precisa que han estado conversando con parlamentarios la idea de ordenar la vigencia de días feriados y eventualmente algunas de las 10 propuestas que existen en el Congreso. Los parlamentarios están dispuestos a discutir el tema (ver recuadro).

Razones económicas

El interés de Trabajo por ordenar el tema dice relación con dos fenómenos que han ido en aumento en el mercado del trabajo chileno con directo impacto en la economía, explican asesores de Matthei.

El primero, el efecto en el Producto Interno Bruto (PIB). Según estimaciones de la Universidad Central, un día de trabajo en Chile equivale a entre US$ 1.000 millones a US$ 1.500 millones.

El segundo efecto es el estancamiento de la productividad por trabajador y su efecto sobre el PIB potencial, el que se mantiene estancado en torno a 5%. Y tercero, los costos que la existencia de feriados pueden ocasionar en sectores de alta demanda laboral, como el retail, la construcción o la minería.

De hecho, debido a la aplicación  de la ley que establece dos domingos al mes de descanso irrenunciable para los trabajadores del comercio, estos funcionarios han visto una merma de entre 15% a 17% en sus remuneraciones mensuales, dada la disminución de las comisiones que obtenían por  ventas que, tradicionalmente, son mayores durante los fines de semana y los días festivos, explica el abogado laboralista Alvaro Pizarro. El profesional asesoró a Trabajo en la tramitación de esa ley y en la que estableció como feriado irrenunciable para el comercio el 19 de septiembre, aprobada a inicios de este mes. El sector pierde entre US$ 100 millones y US$ 200 millones por cada día festivo, según estimaciones de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).

Contexto internacional

En el análisis de la cartera de Matthei también están las comparaciones internacionales, en especial respecto de los países de la Ocde. En general, esas economías no tienen tantos feriados como en Chile, afirma Alvaro Pizarro, pero sus trabajadores sí tienen más vacaciones al año, más flexibilidad para tomarlas y menos horas de trabajo. "Por eso, para un sector el tener más festivos puede entenderse como una suerte de compensación, pero el análisis del tema y su efecto en la economía, que es un punto que no se puede obviar, debe considerar otras dimensiones como, por ejemplo, cómo se vincula con la productividad, la jornada, el acceso al lugar de trabajo, las remuneraciones y bonificaciones, las horas extras, etcétera", agrega.

El especialista explica que, en materia de feriados laborales y de permisos o jornadas libres, también "prima mucho la idiosincrasia de los países, más cuando se trata de feriados religiosos", el clima, la lejanía de los centros industriales, e incluso la calidad de vida de la ciudad o el lugar en que se habita. "Una Bolsa de Feriados también debe considerar su efecto en la planificación anual de la empresa y del trabajador, y la posición económica de las partes, porque, por ejemplo, transar feriados en una bolsa a cambio de vacaciones, podría tener efecto en los costos operacionales de la compañía y en las remuneraciones del trabajador", precisa el también director del Instituto Libertad.

En el gabinete aseguran que están analizando en detalle lo que sucede con los días libres en torno al trabajo en la Ocde, la Unión Europea y Latinoamérica. "El diagnóstico preliminar es que Chile tiene más días libres que el promedio, pero menos vacaciones", dicen en la cartera.

El abogado Huberto Berg, director de Berg Consultores, agrega que con los 15 feriados legales base en el año -que incluso pueden aumentar en hasta tres días por leyes especiales- Chile se ubica como el país que más fechas rojas tiene en América Latina, seguido por Bolivia (nueve). Sin embargo, un estudio de Mercer Human Resource Consulting (de 2007) situó a Colombia como el país con mayor cantidad de feriados de la región (18), seguido por Chile (15) y Argentina (11 días).

"Los países de la Ocde tienen menos días festivos y en algunos casos, más días de vacaciones. Pero hay que tener presente que en algunos países el exceso de ventajas o beneficios laborales les han jugado malas pasadas, como el caso de España o Francia, y debemos tener cuidado de no imitar malos ejemplos", advierte Berg.