Tras participar ayer de una misa en conmemoración de las 81 víctimas del incendio en la cárcel San Miguel, el ministro de Justicia, Teodoro Ribera, fue consultado por las críticas que realizó el presidente de la Corte Suprema, Milton Juica, en contra del gobierno.

En una entrevista con Revista Occidente, el jefe del máximo tribunal había acusado al Ejecutivo de ejercer "una presión política mayor que en la época de vuelta a la democracia", debido a "un fracaso de una promesa de seguridad que no se ha cumplido".

Pese a los duros cuestionamientos, el ministro optó por descomprimir una nueva polémica con el Poder Judicial, luego de varias semanas de rivalizar por las políticas antidelincuencia del gobierno.

"No me voy a referir a las expresiones del presidente de la Corte Suprema. Nosotros estamos interesados en tener buenas relaciones con ellos, y respecto de la publicación, no me consta y no me quiero referir al tema, porque va a generar debate y no me interesa ese debate", señaló Ribera.

No obstante, el secretario de Estado negó cualquier tipo de presión por parte del Ejecutivo y aseguró que como gobierno "reconocemos la independencia del Poder Judicial".

La respuesta del ministro marcó un contraste con la tensión que se ha instalado entre ambos órganos en los últimos dos meses.

Ya en octubre, el propio Ribera señaló que el gobierno consideraría en las evaluaciones para las promociones internas de los jueces sus fallos.

Poco después, la ofensiva del secretario de Estado fue reforzada por el vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, y el titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, quienes salieron a cuestionar las cifras de personas dejadas en libertad en el marco de las protestas.

A ello se sumó que Hinzpeter emplazó al Ministerio Público por dejar en libertad a delincuentes implicados en delitos graves.

El capítulo fue cerrado por el Presidente Sebastián Piñera, quien respaldó las acciones del jefe de gabinete.

Cuestionamientos de la Alianza

Con todo, en la Alianza salieron a responder con fuerza a Juica.

"No afecta a la independencia de los poderes que se ejerza una crítica sobre la forma como se actúa. Es una expresión de debilidad preocupante que se asuma una crítica como afectación a la independencia", dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Melero (UDI).

El timonel gremialista, Juan Antonio Coloma, en tanto, aseguró que la declaración del máximo representante de la Corte, "es más propia de un dirigente político que del presidente de la Corte Suprema".

En la misma línea, el diputado UDI Gustavo Hasbún acusó una extralimitación de Juica. "Demuestra que los jueces no quieren ser evaluados y se creen semidioses e intocables", dijo.

En las filas oficialistas recalcan que no es la primera vez que Juica desata un episodio incómodo para el gobierno.

Así, en el sector recuerdan el impasse que generó el magistrado a comienzos de 2010, cuando se negó a saludar al recién electo Presidente Piñera. Sólo una vez que se realizó el cambio de mando con Michelle Bachelet el magistrado acudió a La Moneda.

En tanto, desde la Concertación acusaron al gobierno de propiciar un clima que pone en riesgo la institucionalidad del país.

"La intromisión del ministro del Interior en esos organismos no me parece correcta. Es un tema que los diputados debían analizar; estamos sobrepasando la institucionalidad del país", dijo el senador DC Eduardo Frei.