La preocupación por los atentados con artefactos explosivos de los últimos días en Chile alcanza al fútbol. A tal punto que, durante los últimos días, llegó incluso a analizarse la opción de suspender la octava fecha del Campeonato de Apertura debido a la sensación de inseguridad que ha calado en la población. Algunas intendencias manifestaron su intención de que no se disputaran encuentros durante el fin de semana, con el objeto de prevenir problemas y de asignar un mayor contingente policial al resguardo de sus respectivas comunidades.
Finalmente, la programación de los partidos en las tres categorías regidas por la ANFP no sufrirá alteraciones, aunque los clubes anfitriones debieron fortalecer las medidas de seguridad. Eso sí, antes se había decidido adelantar entre Universidad Católica y San Marcos de Arica para hoy a las 15.30 horas. Originalmente, el duelo iba a disputarse tres horas más tarde, pero se determinó reagendarlo para que termine de disputarse con luz natural, una condición que favorece la actuación ante eventuales inconvientes. La intendencia metropolitana atribuyó sin rodeos el nuevo horario "a la situación que está viviendo el país".
Estadio Seguro solicitó a las entidades la entrega de planes de contigencia ante una potencial amenaza. El objetivo de los encargados del plan que vela por el cumplimiento de las normas de seguridad en los recintos deportivos era cerciorarse de que las medidas para actuar ante un eventual escenario conflictivo estuvieran previstas y definidas con antelación. Y, por cierto, que se contara con los recursos técnicos y humanos para implementarlas.
Durante la jornada de ayer, el requisito se había cumplido casi íntegramente. Las entidades añadieron a la documentación que entregan habitualmente las estrategias para la evacuación de los recintos deportivos en la eventualidad de que se produzca un ataque. Para algunos, incluso, ni significó un esfuerzo adicional, pues lo tenían contemplado en sus planificaciones originales.
En Quilín admitieron que la opción de posponer la fecha llegó a plantearse preliminarmente. "Hubo conversaciones en el transcurso del día. El tema se tocó, pero quedó en nada", reconoció Héctor Olave, jefe de Comunicaciones del organismo, el vocero que designó la Asociación para referirse al asunto. El directorio optó por no opinar.
El funcionario enfatizó que, en cualquier caso, "la ANFP nunca estará a favor de suspender una jornada de fútbol profesional. El gobierno tampoco. Lo que ambas partes queríamos tener era la certeza de que existen planes de contigencia que, por lo demás, ya existen para otras situaciones de riesgo. Todas las semanas están aplicándose".
Sin embargo, el Jefe Nacional de Estadios, general Alejandro Olivares, aclaró a radio Bío Bío que la opción de posponer la jornada no fue sugerida por su institución. "Ni siquiera se planteó un comentario en ese sentido. En ese caso, lo que corresponde es activar los protocolos de evacuación que existen. Si así fuera, deberá actuar personal especializado del Gope", explicó.
La adecuación de los planes de seguridad generó algunas molestias, sobre todo en los clubes de regiones. "Nosotros tenemos un plan de evacuación desde siempre, por el terremoto de 2010. Estamos preparados para enfrentar éste y otros casos con soluciones que van mucho más allá de sacar los basureros metálicos. Hemos adicionado algunas medidas. Pero lo que molesta es que al fútbol le exijan todo lo que no son capaces de pedirles a otras instituciones", manifestó Hernán Rosemblun, gerente general de Ñublense. Los chillanejos recibirán a Barnechea.