El primer ministro francés, Manuel Valls, aseguró hoy que no hay ninguna relación entre los ataques registrados en los últimos días en las localidades de Nantes, Dijon y Joué-lès-Tours.
"Cada uno, dentro de su singularidad, es grave y preocupante. Y pese a que no hay un vínculo entre ellos, puedo entender la preocupación de los ciudadanos", dijo en la emisora Europe 1, en la que aseguró que, aunque no hay que minimizarlos, tampoco precipitarse a la hora de calificarlos.
El primero se produjo el sábado en Joué-lès-Tours, a 250 kilómetros al sur de París, cuando el agresor, que acabó abatido por las fuerzas del orden, entró con un cuchillo de cocina en la comisaría y agredió al grito de "Alá es grande" al agente que estaba en la recepción y a otros dos que acudieron en su ayuda.
El segundo fue cometido en Dijon, en el este del país, cuando un individuo atropelló el domingo de forma voluntaria a 13 personas, y el tercero tuvo lugar este lunes, cuando otra persona arrolló también de forma intencionada a 10 personas en un mercadillo de Navidad en Nantes.
Las autoridades creen que estos dos últimos casos estuvieron motivados por un desequilibrio mental grave, mientras que en el primero la Fiscalía sí contempla una motivación religiosa o terrorista.
"Hay que dejar actuar a la Justicia para saber más", añadió Valls, que hoy va a celebrar una reunión ministerial para analizar la respuesta que debe tomar el Estado ante esta sucesión de ataques.
Ese encuentro servirá para actualizar las medidas de seguridad "en caso de que sea necesario", apuntó el primer ministro, que hizo un llamamiento a la vigilancia pero también a la necesidad de no dejarse llevar por el miedo.