La Cancillería francesa negó hoy que alguno de sus empleados alertara a Cyrus Vance, fiscal del caso de la supuesta agresión sexual de Dominique Strauss-Kahn (DSK), sobre otros escándalos sexuales del ex jefe del FMI, como aseguró hoy el diario Libération.

"En ningún momento el Ministerio llamó al fiscal" ni a sus asistentes aseguró a la prensa hoy el vocero de Exteriores, Bernard Valéro.

Según la diplomacia gala, los contactos que se produjeron, como en el caso de cualquier otro ciudadano francés detenido en el extranjero, corrieron a cargo de la representación consular francesa en Nueva York y se circunscribieron a garantizar los derechos de Strauss-Kahn, tales como que no fuera "maltratado" y que gozara de acceso a la defensa.

El diario de izquierda Libération publicó hoy que, según tres fuentes consultadas y no reveladas, un funcionario del Ministerio de Exteriores y otro del de Justicia contactaron con la fiscalía neoyorquina que instruía el caso, al día siguiente de que una empleada de la limpieza de un hotel denunciase a DSK por agresión sexual.

Según el diario, las llamadas habrían servido para revelar otros escándalos sexuales del socialista francés, como el que condujo luego a la denuncia que interpuso la periodista francesa Tristane Banon por otra supuesta agresión sexual. Además, Libération alude a la presunta implicación de DSK con una red de prostitución investigada en el norte de Francia.

Esas conversaciones desde París habrían provocado que DSK pasara cuatro días encerrado en la cárcel del Rikers Island, en lugar de salir inmediatamente bajo fianza, siempre según el relato publicado por Libération.

La revelación sobre las llamadas se produce al día siguiente de que un video difundido por la cadena "BFM TV" incrementara un poco más la teoría de la conspiración, que en las últimas semanas ha ido resucitando un escándalo que había dejado de ocupar las portadas de los diarios.