Funcionarios griegos se reunieron el sábado con enviados de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para liberar el siguiente tramo de ayuda a Atenas, pero un medio
reportó que el gobierno y sus prestamistas discrepan sobre cómo implementar el compromiso de despedir a empleados públicos.
    
Sin un acuerdo para liberar una suma de 8.000 millones de euros (US$10.700 millones) como parte de un rescate de la UE, Grecia podría quedar sin fondos para pagar los sueldos de los empleados públicos en semanas.
   
Para asegurar el siguiente tramo de créditos de rescate, el gobierno griego ha prometido aplicar alzas de impuestos, reducir los sueldos del sector público en un promedio de un 20% y recortar el número de empleados estatales en un quinto para el 2015.
    
Los funcionarios europeos están luchando para evitar una moratoria en la deuda griega, que podría destrozar las hojas de balance de los bancos europeos, dañar los prospectos del bloque
de la moneda única y posiblemente llevar al mundo a una nueva crisis financiera.
    
Negociadores del Fondo Monetario Internacional, de la Unión Europea y del Banco Central Europeo -grupo conocido como troika- concluyeron una visita a Grecia el mes pasado diciendo que no estaban convencidos de que el país pueda realizar los recortes necesarios en el gasto y las alzas de impuestos.
   
Los negociadores regresaron esta semana tras recibir garantías del gobierno de que implementarían las medidas de austeridad prometidas. Se reunieron el sábado con funcionarios, incluyendo al ministro de Finanzas Evangelos Venizelos, en el tercer día consecutivo de negociaciones.
    
Empleos de por vida
 
La Constitución griega garantiza empleos de por vida a todos los empleados estatales, lo que convierte a medida de despidos en un campo minado legal y político.

Grecia prometió iniciar los despidos dejando a 30.000 empleados en una "reserva" para final de año. Esos trabajadores recibirían un 60% de su sueldo por un año y luego serían despedidos si no se les encuentran nuevos puestos.
 
El diario Ta Nea reportó el sábado que a los funcionarios de la troika les preocupaba que los empleados despedidos pudieran querellarse y recuperar sus puestos.

El gobierno aún debe detallar cómo decidiría qué trabajadores serán puestos en reserva. Se espera que tome una decisión sobre el plan en una reunión de gabinete el domingo, cuando también tratará el presupuesto para el año próximo.

Un funcionario de gobierno dijo a Reuters -bajo condición de anonimato, dado que las negociaciones están en desarrollo- que los trabajadores cerca de jubilarse estarían entre los que serán puestos en reserva, pero que algunos empleados más jóvenes también serían afectados.

"Estamos revisando poner a esas personas cercanas al retiro en la reserva, pero no sólo a esas personas", dijo el funcionario. "La troika nos ha dicho repetidamente que (el plan de reserva) tiene que ser 'real' y no 'virtual'", sostuvo.