Grecia se encuentra bajo el paraguas protector de la Unión Europea pero confía en su propia fortaleza, dijo su ministro de Finanzas, George Papaconstantinou, luego de que los mercados helénicos recibieran el miércoles el golpe de una rebaja en la calificación crediticia del país por Fitch.
"Grecia depende de sus propias fuerzas. No estamos esperado que nadie nos salve", comentó Papaconstantinou en rueda de prensa.
Fitch Ratings recortó el martes la nota de la deuda griega de "A" a "BBB+" con un panorama "negativo", la primera vez en 10 años que una agencia calificadora importante sitúa a Grecia por debajo del nivel "A", debido al deterioro de las finanzas públicas de una de las economías más débiles de la zona euro.
La calificadora dijo que teme que Grecia no sea capaz de remediar en el mediano plazo su déficit presupuestario.
La península se transforma en el primer país de la Comunidad Europea que sufre la rebaja de su calificación crediticia.
Las acciones de bancos griegos se hundían un 3,5% a las 09.44 horas GMT, con lo que perdían cerca del 16% de su valor en cinco días. Los bonos del Gobierno griego a 10 años ampliaban su diferencial a 255 puntos base respecto a los bonos referenciales de Alemania, su mayor brecha desde principios de abril.
"Grecia enfrentará las turbulencias del mercado en los próximos meses", dijo Papaconstantinou, quien agregó que el país no tiene necesidades inmediatas de financiamiento.
Reiteró el compromiso del Gobierno de hacer lo que esté a su alcance para reducir su déficit presupuestario, que se espera llegue al 12,7% del Producto Interno Bruto (PIB) este año.
Papaconstantinou afirmó que el sector bancario local era sólido en sus fundamentos y que el Gobierno estaba revisando su programa de armamentos con el interés de reducir gasto.