Un segundo miembro del gabinete griego dimitió en dos días, la última baja en un país en apuros financieros. Se trata de Giorgos Vernicos, viceministro de la marina Mercante griega, cuya renuncia fue aceptada por el gobierno.
No mencionó razón alguna por el cese, aunque el partido opositor Syriza lo acusó de mantener una empresa de testaferro en un conflicto de interés para un miembro del gobierno.
Ayer, el ministro de Hacienda designado renunció debido a una enfermedad. Y el nuevo primer ministro Antonis Samaras se recupera de una operación de retina efectuada el fin de semana y no podrá asistir a la reunión cimera de la Unión Europea el fin de mes en Bruselas.
Grecia sobrevive conforme a dos planes de rescate en menos de dos años y duras medidas de austeridad de otros países de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional. El nuevo gobierno desea reducir las medidas de austeridad impuestas por los líderes prestamistas mientras el país atraviesa un quinto año de medidas de recesión.
Igualmente el martes, el economista Yannis Stournaras fue designado nuevo ministro de Hecienda.
Stournaras, de 55 años, participó en las negociaciones del país para unirse al euro. Dirige hasta ahora la Fundación para la Investigación Económica y de Desarrollo, un órgano de investigación que asesora al gobierno.
Profesor de Economía de la Universidad de Atenas, Stournaras pasó varios años al frente del Consejo de Asesores Económicos del Ministerio de Hacienda. "Creo que tenemos la capacidad para superar este problema. Empero, debemos ser realistas", dijo Stournaras sobre la crisis económica griega poco antes de ser anunciado su nombramiento.
"Nos queda un camino difícil de recorrer, una cuesta arriba", insistió. "Empero, Grecia es un país con gran potencial".