El gobierno de facto de Honduras decretó hoy el toque de queda en todo el territorio nacional a partir de las 16:00 horas del lunes hasta las 18:00 horas del martes, hora local y anunció el cierre a partir de mañana martes, de los cuatro aeropuertos internacionales del país.

El gobierno dijo que la medida se tomó debido a los "hechos ocurridos hoy", en referencia al regreso del derrocado Presidente Manuel Zelaya.

El director de Aeronáutica Civil, Alfredo San Martín, dijo a la radio HRN en Tegucigalpa que mañana "se suspenden todo tipo de operaciones aéreas", y que "la Fuerza Aérea Hondureña tomará control de los aeropuertos".

Agregó que "ya se le está comunicando a las aerolíneas que no van a haber operaciones aéreas el día de mañana".

Zelaya, dijo hoy que regresó a su país para "dialogar" y "diseñar un camino para retornar a la paz y la tranquilidad", tras su derrocamiento el 28 de junio pasado.

Zelaya también indicó en sus primeras declaraciones a los periodistas en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra, que el pueblo hondureño debe venir a la capital para protegerlo, y pidió a las Fuerzas Armadas que no intervengan para impedir su presencia para buscar el diálogo.

Zelaya subrayó que "nadie" lo "vuelve a sacar" de su país y que la consigna tras su regreso seguirá siendo "patria, restitución o muerte".

"A partir de ahora nadie nos vuelve a sacar de aquí, por eso nuestra posición es patria, restitución o muerte", enfatizó el depuesto mandatario ante miles de seguidores suyos que permanecen apostados frente a la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

El depuesto mandatario anunció asimismo que posiblemente mañana llegará a Tegucigalpa el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y, posteriormente, comisiones de las Naciones Unidas "para iniciar el diálogo".

Zelaya agradeció a "la Embajada de Brasil, que me ha dado el apoyo de una manera tan honesta, tan sincera", así como al Presidente de ese país, Luis Inácio Lula da Silva, y al canciller brasileño, Celso Amorim.

"Soy un hombre pacífico, dialogo, practico la no violencia", proclamó, y añadió: "he venido a dialogar de frente".

"Pacíficamente vamos a buscar un diálogo" con todos los sectores, "ese es mi plan, iniciar internamente el diálogo", que le permita retomar el poder del país, dijo Zelaya, cuyo sustituto, Roberto Micheletti, fue designado por el Parlamento.

Pidió a sus simpatizantes "que se vengan aquí a los alrededores" de la embajada brasileña para organizarse, "protegernos, cubrirnos, para evitar cualquier malentendido", y también porque "reconstruiremos la democracia".

"El poder del pueblo sirve para hacer las grandes transformaciones", enfatizó el depuesto mandatario hondureño, quien, sobre cómo regresó a Honduras, se limitó a comentar que hizo "mil proezas" y un periplo de unas quince horas.

Indicó que hoy mismo abrirá contactos con representantes de sectores organizados para iniciar el diálogo.