Mientras el gobierno busca aprobar un nuevo modelo de educación pública, el sistema escolar arroja señales que confirman la urgente necesidad de aplicar cambios de fondo. Una de estas alertas apunta a la fuga de menores del proceso formativo. Según las últimas cifras del Registro Social de Hogares del Ministerio de Desarrollo Social, este año 34.496 niños y niñas de la Región Metropolitana (entre 6 y 18 años) han abandonado las escuelas.

Las comunas con mayor número de residentes desertores corresponden a Puente Alto (2.495), Maipú (1.938) y Santiago (1.909), respectivamente.

En este contexto, la seremi de la Región Metropolitana del Ministerio de Desarrollo Social, María Eugenia Fernández, confiesa que "hace dos años nos dimos cuenta que habían 36 mil niños en deserción escolar. Hoy la cifra ha disminuido".

Agrega que "se sabe quiénes son y dónde están. Podemos hacer la segregación, por eso enviamos a las comunas la nómina completa de desertores escolares con la dirección, teléfono y rut. Hay municipalidades que con duplas psicosociales han tratado de incorporarlos, pero hay algunos niños que tienen cuatro años de repitencia, entonces, ¿vamos a meter a un niño de 15 años a cuarto básico? No. Hay que nivelarlos".

Frente a este fenómeno, el intendente metropolitano, Claudio Orrego, señala que la deserción escolar es "el problema social más grande que tiene la región. Afecta a la seguridad y los derechos de los niños y niñas, e incluso, algunos de esos casos terminan con personas viviendo en la calle".

Si bien existen programas como "Aquí, Presente" del gobierno y que tiene por objetivo reinsertar a los desertores escolares, la máxima autoridad metropolitana es enfática al señalar que "Chile no tiene todavía una política especial para los desertores escolares. Es importante que tengamos oferta escolar para estos niños. Si llevan un período corto fuera del colegio se pueden reinsertar fácilmente. Pero si llevan más de tres años fuera, no puedes poner a un niño de 15 años con uno de 20. Se debe hacer un tipo de educación especial".

A pesar de que el gobierno tiene cómo ubicar a los menores que abandonaron el sistema escolar, Orrego añade que falta una política a nivel nacional que combata este problema. "Cuando se habla en políticas de seguridad siempre se piensa en cárceles, más Carabineros y tribunales. Debiéramos añadir a esa categoría la reinserción escolar. Es mucho más barato invertir dinero antes que estos niños inicien la carrera delictual. Pero como siempre somos más reactivos que preventivos, invertimos en Carabineros y cárceles, en vez de invertir en estos niños. Esto es una bomba atómica social, que no se ve hoy, pero que tiene consecuencias a largo plazo", agrega.

Según cifras de la encuesta Casen 2015, 3.824 de los menores desescolarizados de la Región Metropolitana (11%) provienen de una familia monoparental y gran parte de ellos son adolescentes varones, entre 16 y 18 años (ver infografía).

Drama invisibilizado

Intendencia Metropolitana reconoce cinco razones comunes para abandonar el colegio. Negligencia parental, consumo problemático de alcohol y drogas en el hogar, delincuencia, violencia intrafamiliar y bullying escolar. "Cuando un niño empieza a faltar al colegio, es un indicador de que tiene un problema más grave en su vida", indica Orrego.

Los casi 34.496 menores de la Región Metropolitana que están fuera del sistema escolar corresponden a una cifra un poco menor que el escenario existente durante el 2016, que registraba 35.548. Una de las razones que la seremi de Desarrollo Social indica como factor de disminución es que "muchos de los menores cumplieron la mayoría de edad y ya no aparecen en los registros de menores. La otra corresponde a que se logró la reinserción escolar", agrega Fernández.

(Para ver en detalle la infografía, haz click aquí o en la imagen)