El análisis fue prácticamente unánime: las primarias presidenciales de Chile Vamos y el Frente Amplio dejaron un sabor amargo en el oficialismo y La Moneda.

El domingo, a contramano de todos los pronósticos previos, Chile Vamos convocó a un millón 417 mil personas a las urnas, instalando a Sebastián Piñera -con el 58,36% de los votos- como candidato único del sector.

La escena contrastó con el escenario de división presidencial en la Nueva Mayoría, que llegará a la primera vuelta de noviembre con dos de los suyos: Alejandro Guillier (PS, PPD, PC, PR, IC y MAS) y Carolina Goic, como candidata de la Democracia Cristiana (DC).

Un escenario que, además de inédito, ha dificultado el diseño de las plantillas parlamentarias, diluyendo los acuerdos al interior de la Nueva Mayoría.

Bajo ese cuadro, tras las elecciones del domingo, La Moneda decidió dejar atrás el discreto rol que había tenido e intervino de lleno en las negociaciones de los partidos del bloque gobernante.

El lunes en la noche -luego de una tensa reunión del comité político ese día en la mañana-, el gobierno convocó a una reservada reunión en La Moneda.

Los anfitriones fueron los cuatro ministros del comité político: Mario Fernández (Interior), Nicolás Eyzaguirre (Segpres), Paula Narváez (Segegob) y Rodrigo Valdés (Hacienda), además del subsecretario de Interior, Mahmud Aleuy.

Por parte del oficialismo, en tanto, llegaron el senador DC y presidente de la Cámara Alta, Andrés Zaldívar -quien ha liderado las conversaciones del sector en búsqueda de acuerdos-, el jefe de bancada de los senadores de la DC, Jorge Pizarro; el presidente del Partido Comunista (PC), Guillermo Teillier; el diputado PS Osvaldo Andrade, el diputado del Partido Radical (PR) Marco Espinosa y el senador del PPD Guido Girardi.

En la reunión, dicen algunos de los asistentes, el gobierno pidió derechamente a las colectividades llegar a un acuerdo parlamentario que incluya a todos los partidos del bloque.

Sobre la mesa, dicen las mismas fuentes, el gobierno puso cifras para sustentar su llamado, asegurando que se obtendría mayor efectividad electoral frente a los otros conglomerados compitiendo con el bloque unido.

La Moneda no insistió en la idea de "una sola lista" de la Nueva Mayoría -algo que a estas alturas sería difícil de configurar electoralmente-, sino que planteó la opción de una competencia en dos nóminas, es decir, que uno de los partidos compita junto a la DC en una lista, y el resto de las colectividades guillieristas en otra.

Aunque no se ahondó en mayores detalles, el llamado del gobierno se produce en momentos en que la DC ha reforzado las tratativas buscando una competencia junto al PR, partido cuna de la candidatura de Guillier y que hasta ahora no ha estado disponible para una fórmula de esa naturaleza.

"Nosotros somos un partido que adhiere y apoya a Guillier, y vamos a estar en una lista con los partidos que apoyan a Guillier", dijo el lunes el presidente del PR, Ernesto Velasco, consultado por el planteamiento que ha hecho la Democracia Cristiana.

En la reunión del lunes, de hecho, se encontraba el senador Girardi, uno de los dirigentes más influyentes de su partido y quien -en un argumento similar al del PR- se ha mostrado contrario a una competencia con la DC, aduciendo que el proyecto político de los candidatos presidenciales debe tener correlato con las listas parla- mentarias.

Sorpresa oficialista

Con todo, la reunión en La Moneda no dejó de sorprender a dirigentes del oficialismo. Ayer, horas después de la cita liderada por los ministros, los negociadores de los partidos guillieristas se reunieron para avanzar en la lista parlamentaria propia, que no incluye a la DC.

La nómina estaría muy avanzada en cuanto a cupos y ad portas de ser entregada a los presidentes de partidos, quienes visarán los acuerdos. Algunos, incluso, señalan que la lista podría presentarse en las próximas dos semanas.

En esa línea, hasta ahora la única intención real de acuerdo por ambas partes es llegar a una lista unitaria en materia de consejeros regionales (cores), algo en lo que se avanzó ayer en una reunión en la que participaron representantes de las mesas de todos los partidos de la Nueva Mayoría.

Las primarias oficialistas naufragaron en abril pasado luego de que la DC resolviera competir con Goic en la primera vuelta presidencial. La decisión se produjo luego de que Ricardo Lagos -entonces abanderado del PPD- se bajara de la carrera presidencial al no conseguir el apoyo del PS, que resolvió apoyar a Guillier. Tras la resolución de la DC, los otros partidos advirtieron que la candidatura presidencial "ordena la lista parlamentaria".