El gobierno iraquí anunció hoy la puesta en marcha de un plan de seguridad para defender la provincia de Bagdad de los jihadistas sunitas, liderados por el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), que avanzan hacia la capital y que en algún eje se situarían ya a unos 60 kilómetros al norte.

Un portavoz del Ministerio del Interior que prefirió guardar el anonimato informó a Efe de que el plan consiste en el establecimiento de varios puestos de control fuera y dentro de la provincia de Bagdad. 

Según la fuente, el anuncio de este plan se produjo "en respuesta a los rumores lanzados por los grupos terroristas de que los combates estallaron también en las afueras de Bagdad".

El jefe tribal en la provincia occidental de Al Anbar, Mohamed al Biyari, señaló en declaraciones a Efe que los "revolucionarios" tienen una "estrategia" para invadir la capital desde varios ejes. 

Este plan, agregó, se basa, entre otras medidas, en la conexión entre los insurgentes que están desde hace tiempo en la periferia de la capital y los que avanzan hacia allí desde las provincias septentrionales.

Al Biyari explicó que los yihadistas sunitas realizan avances rápidos y que ya controlan la ciudad de Al Duyail, situada a 60 kilómetros al norte de Bagdad. 

La confusión domina sobre los movimientos que realizan los dos bandos del conflicto sobre el terreno ante la propaganda masiva de ambas partes.

Los insurgentes realizaron hoy nuevos avances en las provincias de Kirkuk y Diyala, según un comunicado del ISIS, aunque esa información fue desmentida por las autoridades.

Hace tres días, los insurgentes sunitas capturaron los edificios gubernamentales y de seguridad de varias poblaciones situadas al sur y al oeste de Kirkuk, tras tomar Mosul, la segunda ciudad del país. 

El ISIS, que pretende crear un emirato islámico en Irak y en Siria, ha amenazado con proseguir "sus conquistas" en Irak y avanzar hacia Bagdad y las ciudades santas chiitas de Kerbala y Nayaf.