El gobierno irlandés acordó hoy extender hasta el próximo julio el trabajo de una comisión que investiga los supuestos abusos sexuales cometidos contra menores por sacerdotes católicos en la diócesis de Cloyne, al sur de Irlanda.
El informe está siendo elaborado por la misma comisión que sacó a la luz el pasado mes las prácticas de la Iglesia Católica irlandesa para ocultar durante décadas y en connivencia con el Estado cientos de abusos cometidos en la archidiócesis de Dublín, la más importante del país.
A petición del gobierno, la llamada "Comisión del Informe Murphy", presidida por la juez Yvonne Murphy, incluyó el pasado enero en sus investigaciones sobre Dublín a la diócesis de Cloyne, que se ha visto obligada a entregar archivos secretos.
Un portavoz oficial indicó hoy que la comisión "ha pedido, simplemente, más tiempo para concluir sus indagaciones", una tarea que completará en las próximas semanas.
El obispo de Cloyne, John Magee, se vio obligado a abandonar su cargo el pasado marzo por violar las reglas establecidas por la Iglesia para abordar este tipo de asuntos, al haber retrasado el comienzo de las pesquisas sobre supuestos abusos.
No obstante, el caso que más conmoción ha causado hasta la fecha es el recogido en el llamado "Informe Ryan", divulgado el pasado mayo por la Comisión Investigadora sobre Abusos a Menores.
El texto es un catálogo de "sistemáticos" abusos sexuales, físicos y psíquicos cometidos por sacerdotes, monjas y personal seglar durante más de 60 años contra miles de menores en instituciones estatales gestionadas por la Iglesia.
El Papa Benedicto XVI tiene previsto dirigirse, a través de una misiva, a los católicos irlandeses para abordar la situación en este país y explicar la postura del Vaticano respecto a los abusos sexuales.