El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció el viernes un paquete que mezcla de subidas de impuestos y recortes de gastos para cumplir las demandas del Banco Central Europeo para reducir el déficit fiscal.
   
Después de días de críticas en torno a la falta de claridad sobre cómo su gobierno pretendía cumplir el objetivo de equilibrar el presupuesto para el 2013, Berlusconi y su ministro de Economía, Giulio Tremonti, ofrecieron una dura dosis de austeridad para la frágil economía italiana.
   
"Nos duele mucho personalmente tener que adoptar estas medidas", dijo Berlusconi a la prensa después de que el gabinete aprobara el plan.
   
El paquete, aprobado como decreto de urgencia, impone medidas de austeridad por valor de 20.000 millones de euros en 2012 y otros 25.500 millones de euros el año siguiente, gracias a una mezcla de recortes de gasto público y subidas de impuestos, dijo Berlusconi.
   
El Parlamento debe aprobar ahora el texto en los próximos 60 días.

La extensión de los recortes subraya lo mucho que se ha visto presionado el gobierno desde que los mercados se volvieron contra Italia el mes pasado, llevándola cerca de una emergencia al estilo griego que hubiera abrumado los mecanismos de rescate de la zona euro.
   
El déficit presupuestario caerá a un 1,4% del Producto Interno Bruto en 2012 frente al 3,8% de este año, y se eliminará para 2013, indicó Tremonti, añadiendo que estos objetivos son "prudentes".
   
Las medidas imponen un impuesto extra del 5% sobre los ingresos de más de 90.000 euros y del 10% sobre los ingresos superiores a 150.000 euros, así como una subida del gravamen a los ingresos financieros hasta el 20% desde el 12,5% actual.

El plan también adelanta las medidas para elevar la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, que en un principio iba a comenzar en 2020 y que ahora se iniciará en 2016.
   
Otras medidas incluyen una norma para asegurar que los feriados públicos no religiosos, como el aniversario de la fundación de la República Italiana el 2 de junio, se celebran los domingos para aumentar el número de días trabajados en el año.