El canciller italiano, Franco Frattini, afirmó hoy que su gobierno no se reconoce en las declaraciones del jefe de la Protección Civil enviado a Haití, Guido Bertolaso, quien habría criticado la gestión de de EEUU en el país caribeño el domingo pasado.
Frattini, que llegó hoy a Washington para entrevistarse con la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, aseguró a los medios italianos que Bertolaso había dado su opinión como "periodista" y no en nombre del gobierno.
Por su parte, el jefe de la Protección Civil precisó hoy -tras las declaraciones de Frattini- que sus declaraciones sobre la actuación estadounidense en Haití no eran un ataque a Estados Unidos, sino una crítica a la falta de coordinación de las organizaciones internacionales.
"Yo no he atacado a los Estados Unidos (...) Mi crítica era a la falta de coordinación de las organizaciones internacionales por los miles de haitianos que han abandonado a su suerte", se defendió Bertolaso ante la prensa italiana.
Guido Bertolaso, quien llegó el viernes a Haití, explicó ayer en una entrevista con el programa televisivo "In mezz'ora", de la televisión estatal RAI, que los norteamericanos tienden a confundir la intervención militar con la humanitaria.
"Los estadounidenses son extraordinarios, pero cuando estás enfrentando una situación en el caos, tienden a confundir la intervención militar con la asistencia de emergencia, que no puede ser confiada a las fuerzas armadas", dijo el ministro a última hora del domingo.
El gobierno de centroderecha del primer ministro, Silvio Berlusconi, fue rápido en distanciarse de esas declaraciones, señalando que Bertolaso sólo había manifestado su opinión personal y que Italia expresaba su "máximo aprecio" por el empeño de Estados Unidos y de su presidente, Barack Obama, en las labores de ayuda.
Guido Bertolaso coordinó, en abril de año pasado, las operaciones de rescate tras el terremoto registrado en la ciudad italiana L'Aquila, que causó la muerte de 294 personas y dejó a 40.000 sin hogar.
Un contingente de 13.000 soldados estadounidenses está ayudando en Haití tras del terremoto de grado 7 del 12 de enero pasado, que habría provocado la muerte de hasta 200.000 personas y dejó cerca de tres millones de heridos y desamparados.