El gobierno japonés aprobó hoy un paquete de estímulo económico por valor de 54 mil 359 millones para ayudar a familias y empresas a salir de la crisis y apoyar los desequilibrios regionales.

El Gabinete ministerial presidido por el primer ministro, Yukio Hatoyama, dio luz verde a un proyecto presupuestario por esa cuantía que se presentará en el Parlamento nipón como una ampliación de las cuentas para el ejercicio fiscal actual, que concluye en marzo.

La mayor parte de la partida se destinará al desarrollo regional de Japón 26.424 millones de euros, mientras que el resto se dedicará a crear empleo y a iniciativas medioambientales.

El acuerdo final sobre la cantidad que se destinaría a esta nueva ampliación presupuestaria había sido retrasado por desacuerdos con los socios del Gobierno liderado por el Partido Democrático (PD).

Finalmente, la coalición acordó aumentar el valor de la ampliación, previamente establecida en 7,1 billones de yenes (53.740 millones de euros), en 100.000 millones de yenes (754 millones de euros) más, especialmente por la presión del ministro de Asuntos Financieros, Shizuka Kamei.

El Gobierno de Hatoyama teme que los datos sobre la marcha del Producto Interior Bruto (PIB) en el último trimestre del año empeoren por encima de lo previsto, perjudicados por un yen fuerte frente al dólar y la deflación.

El Ejecutivo ha financiado parte de esta ampliación con fondos de los presupuestos extras aprobados por el anterior Gobierno de Taro Aso, cuya ejecución se había paralizado con la llegada del PD.