Al abrir la conversación con parlamentarios de La Araucanía, el Presidente Sebastián Piñera comentó que había convertido en su libro de cabecera una obra de José Bengoa, antropólogo chileno conocido por sus ensayos sobre el pueblo mapuche.
"Aquí tenemos una región que no ha tenido el trato de las otras regiones", comentó el Gobernante.
Sus palabras fueron valoradas por senadores y diputados del oficialismo y la oposición presentes, que la semana pasada habían cuestionado a Piñera por haberse adelantado para anunciar urgencia a una serie de reformas indígenas.
La molestia se debía a que estas iniciativas debían ser consensuadas primero con representantes de diversas etnias, según exige el Convenio 169 de la OIT, al que Chile está adscrito. Parte de esta tarea, en lo que atañe a las comunidades mapuches, había sido encomendada, incluso, por el ministro del Interior, Andrés Chadwick, a este grupo de legisladores de La Araucanía.
Sin embargo, ayer las molestias fueron despejadas. En la reunión, Piñera, quien estaba en compañía de Chadwick y el titular de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, acordó los lineamientos de un conjunto de reformas que constituyen sólo un paquete básico para comenzar a encauzar los problemas y conflictos de la región.
Tras el encuentro en La Moneda, el ministro del Interior detalló que se trata de tres proyectos de ley (ver recuadros).
El primer proyecto buscará dar un marco legal al mecanismo de consulta, que exige la OIT frente a cualquier política pública que afecte o tenga relación con el mundo indígena.
La segunda iniciativa -que podría fusionarse con la primera, según algunos legisladores- busca constituir una suerte de parlamento indígena, que será denominado Consejo de los Pueblos. Así, esta entidad podría dar representación a todas la etnias nativas. La idea es que esta instancia sea el órgano institucional al cual el Estado chileno pueda consultar temas de interés indígena. Aunque algunos legisladores también plantean que no sólo sea un órgano consultivo, sino que también pueda adoptar resoluciones y definir recursos o programas.
"Ahora tenemos los respaldos políticos y la necesidad de avanzar en ello, con el propósito de que el pueblo mapuche (y las otras identidades indígenas) pueda elegir sus representantes, tener una institucionalidad, un consejo donde podamos conocer sus opiniones y ellos participar dentro de lo que es la institucionalidad de nuestro país", explicó Chadwick.
La tercera reforma, en tanto, busca transformar en ley lo que el gobierno estaba impulsando a través del programa social llamado Plan Araucanía. Algunos legisladores, sin embargo, le pidieron al Presidente que la apodada "Ley Araucanía" no esté construida sobre la base de un principio asistencialista ni sea únicamente un aumento presupuestario. "El Estado no está diseñado para absorber estas demandas. Hay que diseñar un instrumento especial", dijo el senador PPD Eugenio Tuma, quien pidió que esta nueva ley aborde temas como los derechos de agua y la propiedad de las tierras, entre otros.
Además de Tuma, en la reunión participaron los senadores de RN Alberto Espina y José García. En representación de la Cámara estaban los DC Fuad Chahín y René Saffirio, el radical Fernando Meza y el UDI Gonzalo Arenas. Al término del encuentro, los legisladores le entregaron a Piñera un documento con propuestas, al que Tuma calificó como "el primer paso".