Tras dos años y medio de tramitación en el Congreso, el proyecto que despenaliza el aborto en tres causales dio esta madrugada un paso clave al superar su paso por el Senado, lo que era considerado como su principal obstáculo.

La primera señal del éxito que habría durante la extensa jornada se produjo a las 19.26, cuando la Cámara Alta aprobó, por 20 votos a favor, 14 en contra y sin abstenciones, la primera de las causales: riesgo de vida de la madre.

La iniciativa, emblema del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, tuvo que enfrentar un intenso debate entre los parlamentarios, marcado también por una alta expectación por la postura que asumiría la DC. Pero varias horas después la iniciativa lograba sortear otra valla: la segunda causal (inviabilidad del feto) también era respaldada, esta vez con 19 votos a favor y 14 en contra.

El curso del proyecto era seguido con especial atención por el gobierno, que en la víspera solicitó personalmente a algunos parlamentarios oficialistas -que tenían pactados viajes al exterior- que no concretaran sus salidas esta semana. El objetivo era evitar perder votos de la Nueva Mayoría tanto en el proyecto de educación superior como en el de aborto. Sobre esta última iniciativa, La Moneda se impuso como objetivo lograr despacharla desde el Congreso durante esta semana.

La apuesta del gobierno era concretar durante la noche su aprobación en el Senado, para que sea visto a primera hora de este miércoles, en tercer trámite, en la Cámara.

Durante la jornada, esa meta se veía compleja. La gran duda estaba puesta en torno al destino de la causal de violación. Las posibilidades para el gobierno eran escasas, considerando que a la votación en contra anunciada por Chile Vamos se sumaban los rechazos de senadores de la DC, como Zaldívar y Patricio Walker, quienes anunciaron previamente sus votos en contra, pese a que la abanderada Carolina Goic dijo que respaldaría las tres causales.

Además, horas antes, en la causal de riesgo de vida de la madre ninguno de ellos dos emitió su sufragio, mientras que Manuel Antonio Matta no estuvo en la sala al momento de la votación, algo que repitió para la segunda causal. En el caso de la inviabilidad fetal, Zaldívar aprobó, mientras que Patricio Walker votó en contra. Todas esas señales inquietaban al Ejecutivo.Sin embargo, la meta se logró pasada la una de la madrugada, cuando se rechazó una indicación de parlamentarios opositores que buscaba suprimir la causal de violación, el aspecto que más controversia ha generado.

Esa enmienda recibió 18 votos en contra y 16 a favor. Pese al estrecho margen, el presidente del Senado, Andrés Zaldívar (DC), propuso a la sala que se utilizara ese mismo resultado para dar por aprobada la causal de violación, lo que fue aceptado.

Al cierre de esta edición se continuaban revisando otros elementos del proyecto: programa de acompañamiento, objeción de conciencia, rol de los padres y sanciones penales. Sin embargo, el aspecto medular de la iniciativa ya había sido respaldado, lo que en el oficialismo es considerado como un triunfo clave para el gobierno. Ahora, el nuevo objetivo de La Moneda es lograr que los diputados aprueben el proyecto en línea con lo que respaldó el Senado, evitando, dasí, que el texto deba ser revisado en una comisión mixta, instancia que se genera cuando existen diferencias entre ambas cámaras. Para eso, el Ejecutivo ya desplegó gestiones. La idea es acelerar el despacho del proyecto.

Intenso debate

La celeridad de La Moneda, sin embargo, encontró una serie de trabas durante la discusión de la iniciativa, marcada por un acalorado debate.

En primer término, los senadores debieron destinar horas a la votación de una indicación de Zaldívar, que fue apoyada por sus pares DC Patricio Walker y Manuel Antonio Matta, además de legisladores de Chile Vamos. La enmienda modificaba el artículo 119 y apuntaba a suprimir la primera causal, lo que fue rechazado por 18 votos y 17 a favor.

En medio de la tensión, el debate debió ser postergado más de una vez para que Carabineros desalojara de las tribunas a quienes interrumpieron con gritos la sesión. Y esa misma tensión se reflejó entre los propios senadores del bloque oficialista y de Chile Vamos, quienes argumentaron sus posiciones antes de sufragar.

Mientras la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, cuestionó que la primera causal abría la "puerta al aborto libre", su par Juan Antonio Coloma aseguraba que hoy no hay médicos formalizados por un diagnóstico en esa dirección, por lo que no se justificaría esta causal en el proyecto. Pero la senadora Isabel Allende pondría otras cifras sobre la mesa. La ex timonel socialista acusó que la derecha "falta a la verdad", señalando que habría más de 300 mil formalizaciones y condenas por aborto en el país. El senador de la UDI Víctor Pérez le retrucaría que ninguna de ellas sería por riesgo de vida de la madre.

En la noche, mientras continuaba la discusión, se realizó en paralelo una reunión de comités en la que, según los presentes, la oposición pidió postergar el resto de la votación para hoy. El oficialismo se negó, mientras que Chile Vamos advirtió que, entonces, extendería el debate. De todas formas, una opción era que los puntos pendientes se terminaran de ver hoy en paralelo al trámite en la Cámara.

El temor del gobierno

Uno de los instantes más tensos en la sala se vivió cuando legisladores de Chile Vamos evidenciaron uno de los temores del gobierno, lo que podría retrasar la aprobación del proyecto: llevar el texto al Tribunal Constitucional.

El senador RN Francisco Chahuán hizo reserva de constitucionalidad -algo que haría después también Van Rysselberghe-, lo que gatilló recriminaciones del oficialismo. Algunos, como Allende, levantaron la voz gritando: "¡Que hable (Andrés) Allamand!". El aludido finalmente tomaría la palabra para desmarcarse de su sector. "Yo por esa causal (riesgo de vida de la madre) no voy a recurrir al TC", dijo.

Pese a su declaración, en Chile Vamos señalaban que los equipos constitucionales del bloque trabajan hace varias semanas para acudir al TC bajo el argumento de que la "norma constitucional defiende la vida" y que habría "discriminación". De hecho, tanto los senadores como los diputados de oposición ya tienen prácticamente listas esas ofensivas.

Reflejando la arremetida opositora, el ex presidente de la UDI Hernán Larraín anunció -durante su intervención relativa a la segunda causal- que haría reserva de constitucionalidad al respecto. El parlamentario advirtió que ante la "duda" del diagnóstico, apuesta por la posibilidad de sobrevivencia del feto.