Unos 70.000 muertos y el surgimiento de 60 a 80 nuevos carteles de la droga es la estimación que hace el nuevo gobierno mexicano de Enrique Peña Nieto.

La anterior administración de Felipe Calderón dejó de contabilizar las muertes en septiembre de 2011, cuando divulgó la cifra de 47.515, pero organizaciones civiles mencionan números que van de los 60.000 a los 100.000 muertos.

A juicio del procurador general de Justicia, Jesús Murillo Karam, en los últimos años las autoridades se centraron en descabezar a los carteles, pero "no se desraizó el grupo delictivo".

Esto generó que los segundos en la jerarquía, "generalmente los más violentos" empezaran a generar sus propios grupos, y que las organizaciones desplazadas apostaran también por otro tipo de delitos, como el secuestro y la extorsión, cita Dpa.

El diagnóstico del fiscal general coincide con el realizado la víspera por el ministro de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, en un acto en el cual Peña Nieto anunció las líneas de acción de su gobierno para combatir la inseguridad.

Osorio habló en su discurso de "miles de muertos" y "miles de desaparecidos", pero en un texto escrito distribuido a la prensa figuraba, tachada, la cifra de 70.000 muertos y 9.000 cuerpos sin identificar.

Peña Nieto anunció ayer que aplicará una estrategia regionalizada para cinco zonas, que apostará por las labores de inteligencia, instituirá una gendarmería nacional con 10.000 efectivos y mantendrá a las Fuerzas Armadas en zonas específicas.

"Lo que está tratando el Presidente de la República es empezar por organizarnos para poder combatir a los organizados y desorganizados que delinquen en el país", indicó el procurador.

Murillo Karam afirmó que en los últimos años surgieron "entre 60 y 80 (carteles), entre medianos y chicos, chicos entre comillas", que actúan en varias partes del país.

El crimen organizado ha crecido de una manera "verdaderamente impresionante" y "en una buena parte, la parte más fuerte" le tocó al gobierno anterior, agregó. "Yo sí creo que faltó sentarse, planear y actuar de otra manera, pero cuando se es gobierno hay que tomar decisiones", añadió.

Según AP, el gobierno de Calderón reconocía hasta ocho grandes organizaciones: Pacífico (como renombró al cartel de Sinaloa), Los Zetas, del Golfo, Arellano Félix, La Familia, Caballeros Templarios, hermanos Beltrán Leyva y cartel de Juárez.

Sin embargo, las propias autoridades anteriores reportaron en varias ocasiones que al menos el cartel de los Beltrán Leyva se fraccionó en grupos más pequeños tras una operación de la Marina en la que murió su líder Arturo Beltrán en diciembre de 2009.