Una inexistencia de controles en la firma quincenal de condenados y procesados en los antiguos tribunales, es la razón que ayer el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Jorge Dahm, esgrimió para explicar el escape a Bolivia de Alejandro Schayman Klein, el hombre condenado a perpetua por maltratar hasta la muerte a su hija.

En una entrevista publicada en la última edición de revista "Qué Pasa", Schayman afirma que salió "limpiamente" del país, con la ayuda de un familiar, hace dos años y que sólo alcanzó a firmar una vez el libro de excarcelaciones.

Schayman enfrenta una condena por maltratar a su hija de cuatro meses, Tamara, y provocarle un coma que se mantuvo durante seis años hasta su muerte, en 2002.

"No existían en los tribunales controles para que esto (la firma) se cumpliera estrictamente", dijo Dahm.

El magistrado agregó que  la ausencia de los prófugos quedaba a la vista. "Se comenzaba a revisar el libro de excarcelados. Lamentablemente, era un sistema antiguo que era muy costoso y difícil de controlar", añadió.

INVESTIGACION
Dahm explicó que se ha mejorado el control con la firma electrónica, pero que "en la época cuando el señor Schayman dejó de firmar, no existía. Hay que corroborar si salió sin problemas".

Una de las últimas resoluciones dictadas por la  jueza del 34 juzgado del Crimen de Santiago, Cheryl Fernández, fue la petición de extradición a Bolivia, que será revisada por la Corte Suprema.

Al mediodía de ayer, la Subsecretaría del Interior informó que había ordenado a Extranjería revisar si el prófugo había salido o no por un paso habilitado. Cerca de las 18.30, Interior indicó que no hay registros de salidas de Schayman y que dejó el país en forma ilegal.

SU SALIDA DEL PAIS
Schayman relató en la entrevista a Qué Pasa que hace dos años escapó hacia Sucre, luego de que en primera instancia fue condenado a 20 años, por el homicidio de su hija. En Chile tenía una fábrica de chocolates, la que fracasó tras la salida de una de sus socias.

El prófugo asegura que en 2007 firmó y que se fue del país sin que nadie lo notara. "Recién se dieron cuenta dos años después. Y eso es raro porque si no firmas en tres meses , te van a buscar", dijo.

Cuenta que en Bolivia se casó, que vivió en Sucre y que actualmente tiene otra fábrica de chocolates, cuyos productos son vendidos en los supermercados del país.

Desde hace dos meses dejó Sucre para ir a vivir en un caserío en plena selva boliviana y aseguró que estará escondido en ese lugar por dos meses más, para regularizar su situación.

No es todo: aseguró que se autoinculpó para proteger a su esposa por consejo de sus abogados."No estoy dispuesto a seguir esperando un proceso. Pero no me voy a entregar a Chile. Acá tengo una esposa que amo y un grupo familiar. Creo que Bolivia me protegerá", dijo a la revista.

Sobre esta última afirmación, el ministro Dahm señaló que "toda persona tiene derecho a defenderse. Si él estima que el gobierno boliviano lo amparará, muy bien".El vocero del tribunal de alzada capitalino indicó que no le consta que la ex abogada del condenado le recomendó escapar de la justicia y que cada profesional responde a su ética.