El gobierno de Bolivia y la oposición han trasladado su disputa por el intento del presidente Evo Morales de buscar una nueva reelección a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y a su órgano de derechos humanos, la CIDH.
Hoy fue el turno del Gobierno, con la comparecencia de su ministro de Justicia, Héctor Enrique Arce Zaconeta, y la presidenta de la Cámara de Diputados, la oficialista Lilly Gabriela Montaño Viaña, en el Consejo Permanente de la OEA en su sede de Washington.
Mañana serán dos legisladores de la oposición los que viajen a la capital estadounidense, pero para acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a presentar una consulta sobre el intento de reelección del presidente Evo Morales.
Todo comenzó cuando los legisladores del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) pidieron en septiembre al Tribunal Constitucional (TC) de Bolivia declarar que son inaplicables o ilegales varios artículos de la Constitución y de la ley de Régimen Electoral que impiden a Morales buscar la reelección en 2019.
Se trata de la primera iniciativa concreta asumida por el partido de Morales para conseguir su habilitación como candidato a los comicios previstos para 2019, a pesar de que un referendo popular ya vetó ese intento en febrero de 2016.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, se pronunció al respecto el pasado 22 de septiembre con un tuit en el que pedía a Morales que respete la decisión popular de esa consulta.
"@evoespueblo deberá respetar decisión popular que dijo NO a reelección. Ningún juez puede levantar el dictamen del único soberano: el pueblo", escribió entonces el excanciller uruguayo.
Ese día, el canciller boliviano, Fernando Huanacuni, rechazó en La Paz el mensaje de Almagro como una "injerencia", y hoy el Gobierno quiso llevar su queja al corazón de la OEA, la reunión semanal de los embajadores en el Consejo Permanente.
El ministro de Justicia, Héctor Enrique Arce Zaconeta, denunció "formalmente" a Almagro por considerarlo un "lazarillo" de los que "satanizan" al presidente Morales.
El ministro boliviano defendió hoy la acción judicial de su partido para posibilitar que Morales busque la reelección y aseguró que "Bolivia vive en la más absoluta democracia".
"Existen (en la región) fuerzas políticas conservadoras y retrógradas asentadas en un fundamentalismo racial encubierto que han iniciado una campaña contra esta acción (el mecanismo para buscar la reelección de Morales), que se defiende por sí misma, para satanizar la imagen del Gobierno boliviano", argumentó.
"Es lamentable que estos grupos hayan encontrado en Almagro un portavoz y lazarillo político para intervenir" en la política boliviana, afirmó.
El ministro, en la tónica de las denuncias que hacen su país, Venezuela y Nicaragua recurrentemente, instó a Almagro a "desistir de su accionar intervencionista" y a que "retome las normas de conducta ética".
Considera Bolivia que Almagro, como secretario general, no puede emitir mensajes como ese tuit que, en opinión del Gobierno del país andino, son un "atropello a la soberanía".
El ministro criticó la ausencia de Almagro en el Consejo, al decir que "no tuvo la ética ni el coraje de estar aquí" para escuchar la denuncia de su país.
En representación de Almagro, como ha ocurrido en otras situaciones de este tipo, habló su jefe de gabinete, Gonzalo Koncke, quien defendió que "es derecho y obligación del secretario general el velar por la Carta de la OEA", que recoge que "la voluntad popular debe respetarse".
Además, invitó a Bolivia a solicitar una opinión consultiva sobre el asunto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la CorteIDH, los órganos de derechos humanos de la OEA.
El ministro boliviano no hizo ninguna referencia a esa propuesta, pero mañana el tema sí llegará a la CIDH de la mano de los legisladores de la oposición Oscar Ortiz y Arturo Murillo, que presentarán una consulta sobre la eventual reelección de Morales.
La Constitución establece solo dos mandatos consecutivos, pero el actual gobernante pudo presentarse a las elecciones de 2014 para conseguir un tercer mandato gracias a un fallo del TC que señaló que Bolivia fue refundada con la nueva Carta Magna en 2009.
Si logra postularse y gana los comicios en 2019, Morales, que llegó a la Presidencia en 2006, gobernará hasta 2025.