Luego dos días de maratónicas sesiones, las principales figuras del gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana finalizaron ayer una jornada clave para el país, que busca darle una salida a la profunda crisis que afecta a Venezuela.

El cuarto intento de diálogo desde 2014 comenzó el viernes en Santo Domingo, la capital de República Dominicana, con más de cinco horas de retraso y en medio de un clima de incertidumbre y desconfianza. Pero la jornada terminó esta vez con aires de optimismo, distinto al clima incierto que quedó instalado luego que el Presidente dominicano, Danilo Medina, anunciara el viernes, sin dar mayores detalles, que el diálogo había avanzado en cuatro de los seis puntos previstos en la agenda.

Fue el canciller chileno, Heraldo Muñoz, el que dio cerca de las 18 horas local los primeros signos favorables. "Ha habido un buen avance. Hay un borrador que está siendo analizado por ambas partes, tanto gobierno como oposición. Hay un acercamiento significativo sobre la base que ha presentado el Presidente Danilo Medina, los facilitadores y con la cooperación de los cancilleres", aseguró. El ministro de Relaciones Exteriores además detalló que se realizará una nueva reunión, la que, según se informó, será el 15 de diciembre. "Tenemos que mantener una actitud optimista respecto de la posibilidad de una salida política, de una negociación que tenga éxito para superar la crisis que vive el hermano país de Venezuela", agregó el canciller chileno.

El ministro de Comunicaciones venezolano, Jorge Rodríguez, fue el más optimista de la jornada. Además de dar las gracias a toda la delegación opositora, anunció que "pudimos trabajar en profundidad los seis puntos de la agenda que habíamos acordado, estamos tan cerca de un acuerdo que ya nos volvimos a convocar para el 15 de diciembre". "Hay bastante posibilidad y bastante acercamiento para un acuerdo definitivo, tenemos convergencia en casi los seis puntos", agregó.

Sin embargo, la oposición no se pronunció explícitamente sobre un posible acuerdo definitorio, pero sí señaló que se habían logrado grandes avances. El Presidente de la Asamblea Nacional señaló que el "proceso es difícil, es un proceso fuerte, duro de debate y confrontación, pero estamos acá porque estamos determinados a que esto abra una ruta de salida". "Hemos venido a mejorar las condiciones para que en los próximos meses cada venezolano pueda elegir a través del voto", agregó.

La segunda jornada de diálogo comenzó pasadas las 9 de la mañana en la sede de la Cancillería dominicana. La oposición al gobierno chavista fue la primera en arribar, liderada por el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, y una comitiva compuesta por diputados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

El chavismo contó con la participación de tres miembros clave: la presidenta de la Asamblea Nacional, Delcy Rodríguez; su hermano, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el titular de Educación, Elías Jaua.

Además de tener la mediación de la Cancillería chilena, en el encuentro participaron los cancilleres Denis Moncada (Nicaragua), Luis Videgaray (México) y Miguel Vargas (República Dominicana). El rol de facilitador lo realizó el ex presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

El diputado Gustavo Velásquez, parte de la delegación opositora, aseguró a La Tercera que dentro de la sala se estuvieron debatiendo los temas "intensamente".

Según Velásquez, fue complicado tratar "todos" los temas, pero los dos más complejos fueron el fin de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a miembros del gobierno venezolano y el reconocimiento a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). A comienzos de agosto el chavismo instaló ese órgano plenipotenciario compuesto exclusivamente por miembros del oficialismo que fueron elegidos en unos comicios en medio de acusaciones de fraude y que la comunidad internacional desconoce.

Uno de los principales objetivos de la Mesa de la Unidad Democrática en este nuevo encuentro de diálogo fue el intento de poner fin al choque de poderes existente actualmente entre la ANC oficialista y la Asamblea Nacional, liderada por la oposición. Otra de las exigencias de la delegación opositora fue un canal humanitario que permita el ingreso de alimentos y medicinas y "condiciones justas" de cara a las elecciones presidenciales.