Un llamado telefónico al ministro Andrés Chadwick realizó la semana pasada, tras las primarias, Joaquín Lavín. En la conversación, el generalísimo de la campaña de Pablo Longueira le hizo una petición especial al titular de Interior.
En ese momento, el Ejecutivo había anunciado que se le pondría urgencia al proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja (AVP), que regula las uniones civiles entre parejas hétero y homosexuales. Sin embargo, el ex ministro de Desarrollo Social pidió en esa conversación -según altas fuentes de gobierno y al interior del comando- desestimar la urgencia, planteando un nuevo diseño: que fuera Longueira quien solicitara públicamente esa medida para que el gobierno accediera después a la solicitud.
La estrategia buscaba un solo propósito: acercar al abanderado a un electorado de centro y liberal de cara a las elecciones de noviembre. "La idea es mostrar a un candidato no tan UDI", dicen en el entorno del abanderado.
La oferta fue aceptada -explican las mismas fuentes-, y el gobierno echó pie atrás en su idea de aplicar la urgencia, decisión que fue criticada por la senadora DC Soledad Alvear.
Tras la gestión, el comando de Longueira se abocó a fichar a dos figuras independientes que pudieran potenciar la arremetida hacia el electorado de centro: los ex ministros y miembros de Evópoli Luciano Cruz-Coke y Felipe Kast.
El plan original era oficializar el ingreso de ambos y realizar una rueda de prensa en la que Longueira pedía la reactivación de la tramitación del AVP, ante una petición de Evópoli. De hecho, ya estaba coordinado que, tras eso, La Moneda anunciaría públicamente la urgencia.
Sin embargo, el ingreso oficial de los ex ministros no se ha concretado, a la espera de que el ex titular de Cultura defina si competirá o no por un escaño en el Senado.
El principal escollo -explican en el equipo de Longueira- es determinar si su eventual candidatura sería impugnada por el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), ante el riesgo de que la oposición presente un requerimiento con el argumento de que Cruz-Coke debió renunciar al gabinete un año antes de los comicios.
En paralelo a esas gestiones, Longueira mantenía permanente contacto con el Presidente Sebastián Piñera para abordar varios temas, entre ellos el AVP, hasta que el lunes pasado el Mandatario le pidió a la vocera de gobierno que anunciara la urgencia para la iniciativa y que se informara al comando oficialista.
Luego de que Pérez telefoneara a Lavín y Longueira, en el equipo del abanderado se comenzó a definir el detalle de un cronograma -acordado previamente- para iniciar una serie de acciones públicas en favor del AVP, con marcados gestos hacia sectores liberales.
Una opción -explican- es agendar una reunión con el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, o con el escritor y creador de la Fundación Iguales, Pablo Simonetti.
Piñera también solicitó que la urgencia al AVP se informara al presidente de RN, Carlos Larraín, lo que se concretó el martes en el Congreso, en medio del ajetreo activado tras la ofensiva de RN y la oposición por el binominal.
El mismo mensaje recibieron parlamentarios del sector más duro de la UDI, como Gonzalo Arenas, uno de los legisladores más cercanos a Longueira.