El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, aseguró hoy que rescindirá el contrato a la empresa chilena Sonda si no revierte de inmediato el "desastre" que ha sido su administración del sistema de tarjetas recargables del naciente sistema de Metrobus en la capital del país centroamericano.
"La que no sirve aquí es la empresa Sonda (...) le he pedido al ministro (de la Presidencia Roberto) Henríquez (responsable de tema) que le rescinda el contrato si esa empresa no cambia", declaró Martinelli en una entrevista con la cadena panameña TVN.
Sonda fue seleccionada en 2011 por una junta técnica panameña para administrar durante una década el sistema de tarjetas recargable del Metrobus, que comenzó a operar ese mismo año a cargo de la firma colombiana Mi Bus.
Según el contrato, Sonda debía suministrar un millón de tarjetas, y establecer un mínimo de 700 puntos de venta y recarga, pero ahora las quejas de los usuarios crecen a diario porque no tienen donde reponer saldo, bien sea porque hay pocos estableciendo con el servicio o porque el sistema electrónico no funciona.
"Ese es un contrato que estamos a punto de cancelar y de adjudicárselo al que sea, porque sencillamente son un desastre y un fracaso", sostuvo el gobernante, que además se quejó por las condiciones de la concesión ya que "el Estado ha invertido US29 millones y le da US$1,9 millones al mes (a Sonda) y no sirve para nada".
Al ser consultado sobre si Sonda asumiría la administración de las tarjetas de la línea uno del Metro que se espera inicie operaciones comerciales el próximo año, respondió: "sobre mi cadáver".
Martinelli también se volvió a quejar del "pésimo" servicio del Metrobus, aunque afirmó que la firma colombiana que lo maneja "se ha comprometido con el gobierno a mejorar".
"La empresa Mi Bus se ha comprometido con nosotros (...) a que van a poner más buses, y si ellos no hacen eso, créanme que le vamos a rescindir el contrato también. Le estamos dando un límite de tiempo", aseguró.
El gobernante sostuvo que Mi Bus no ha cumplido con compromisos contractuales, como tener operativo un sistema posicionamiento global que permita a los usuarios saber en cuánto tiempo llegará una unidad de transporte a la parada, según explicó.
En algunos sectores de la ciudad es común ver largas filas de usuarios que llegan esperar más de una hora por la llegada de un Metrobus, lo que es fuente de constantes y cada vez más fuertes quejas del público.
Los trabajos de infraestructura que se realizan de forma simultánea en la capital panameña han vuelto caótico el tráfico, lo que, reconoció Martinelli este viernes, ha contribuido al mal servicio del Metrobus.
Además de la primera línea del Metro, se desarrolla un plan de ordenamiento vial que incluye nueve proyectos, cuatro de ellos ya plenamente operativos, y el gobierno ha pedido a las concesionarias de los otros cinco que apuren el pasado para que estén culminadas en abril próximo, tres meses antes de lo pactado en los contratos.